SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La fiscal Mirta Siedlecki consideró probados los hechos que le atribuyen a un hombre de 53 años y a su hijo de 25, a quienes acusan de haber violado a su hija y hermana de 19 años, respectivamente, disminuida mental moderada, que según la prueba de ADN dio a luz una niña que concibió como fruto de las relaciones forzadas a que la sometía su padre hace poco más de dos años.

El defensor de los acusados, Mario Villalba, criticó la prueba de ADN y sus resultados, por la manera en que fue obtenida, y pidió que absolvieran a ambos.

Los jueces de la Cámara Primera del Crimen emitirán su sentencia el próximo 22 de diciembre, en esta importante causa, con la que cierran el ciclo de debates del año en curso.

En la causa, el acusado de mayor edad figura como "guardador" de la víctima, aunque estaría probado que es su padre, en tanto que el otro acusado es su medio hermano.

El fiscal Eduardo Fernández le atribuyó al guardador o padre de la víctima, que desde que esta tenía 15 años y aproximadamente hasta octubre de 2003, aprovechando su condición de guardador y la condición de disminuida mental de la víctima, abusó sexualmente de ésta en reiteradas oportunidades.

El funcionario reconoció que no podía establecer con exactitud las cantidades de abusos cometidos y las fechas en que ocurrieron, pero en su acusación aclaró que sometió a la víctima a tocamientos impúdicos y la accedió carnalmente mediante el empleo de la fuerza. Por último, le imputó haber dejado embarazada a la menor, que dio a luz una criatura en julio de 2004.

Al hijo del anterior, de 25 años, el fiscal le adjudicó que en fechas que no se pueden determinar con precisión, pero ubicables entre 1999 y 2004, abusó sexualmente de la menor, cuando tenía entre 13 y 17 años, aprovechando su condición de disminuida mental, sometiéndola por la fuerza y accediéndola carnalmente en varias ocasiones.

Ayer, el psicólogo forense Oscar Benítez brindó un informe oral al tribunal, donde manifestó que el retraso mental de la víctima obedecía a la falta incentivos y al medio donde desarrollaba su existencia. También se refirió a la diversidad cultural que caracteriza a algunas familias, pero no justificó a los imputados.