NEUQUEN (AN).- "Ese hombre va a terminar matando a mi hija, el miércoles pasado le rompió tres costillas y cada vez que la ve le pega. Y no es verdad que la cachetearon, le pegaron un hachazo en la cabeza y un puntazo en las costillas".

José Sagredo, el padre de la mujer que el sábado disparó contra su pareja, aseguró que su hija Nilda es una víctima de "la violencia de este tipo (Pablo Anabalón) y que esta situación pudo haberse evitado porque el miércoles me la agarró a palos en la calle y delante de cinco personas... tres costillas rotas tiene 'la Peti'".

Sagredo responsabilizó a la Policía "porque la semana pasada yo mismo hice la denuncia en la comisaría Primera y no es cierto que eran pareja, porque hasta el miércoles llevaban más de diez meses sin verse", sostuvo.

El sábado por la noche, Nilda Sagredo de 28 años disparó dos veces contra Anabalón (de 29) al cabo de lo que habría sido una discusión de pareja donde eran comunes los intercambios de golpes.

"Hay un comisario que sale a decir que había peleas y golpes de las dos partes ¿cómo puede ser que mi hija que mide un metro cincuenta le pegue a este señor que llega al metro con ochenta?", se enojó Sagredo.

Desde el sábado pasado, Nilda Sagredo está detenida en la comisaría 16 del barrio San Lorenzo.

"Hoy (por ayer) la vi, está desarmada mi hija, tiene los ojos negros, un hachazo en la cabeza y un cuchillazo en el costado izquierdo y tres costillas rotas... No se puede sentar mi hija, está desarmada", fue más allá.

"Mi hija presa y el golpeador suelto, ella se defendió porque siempre le pegó y porque ni la justicia ni la Policía intervinieron para evitar esto", agregó.

Sagredo dice que su hija no recuerda nada de lo que pasó el sábado "me dice que lo único que se acuerda es que hubo disparos". Y enseguida agregó que Nilda no fue a la casa de Anabalón: "fue a visitar a unos conocidos y éste la manoteó".

La pareja tiene un hijo de cuatro años que la familia Anabalón quiere tener consigo y a su vez Nilda es madre de dos nenas -de 8 y 9 años- que viven con José Sagredo.

El detonante de la agresión habrían sido los celos de Anabalón.