Domingo 10 de Diciembre de 2006 Edicion impresa pag. 39 > Sociedad
Un reencuentro que se demorķ 57 aņos

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- "Es un sueño cumplido haber encontrado a mi tío", contó Santiago Meriño, con los ojos húmedo por la emoción y la voz entrecortada. Fue luego de confundirse en un interminable abrazo con su tío Narciso, a quien hacía 57 años que no veía. El hombre llegó el viernes a Jacobacci desde Neuquén para hacer realidad un viejo anhelo y recuperar parte de su familia, a la que nunca dio por perdida.

La historia de Santiago, quien ya tiene 70 años y de su tío Narciso, que va camino a los 88, comenzó a escribirse a principios del siglo pasado en Lonquimay, un pequeño poblado del sur de Chile. Ambos, junto a otros integrantes de la familia Meriño, vivían en la casa de los abuelos paternos de Santiago hasta que el destino los separó en 1947, cuando Narciso decidió venir a Argentina. Nunca más volvieron a verse ni a saber nada el uno del otro. Del otro lado de la Cordillera quedaron sus padres campesinos, once hermanos y varios sobrinos de don Narciso quien, cuando pisó suelo argentino, se prometió nunca más volver a Chile. "Es que la situación del país era crítica, no había trabajo y la gente más humilde la pasaba muy mal", explica ahora.

Luego de vivir un tiempo en Zapala y Valcheta, don Narciso llegó a Jacobacci para trabajar en la explotación de diatomea. Acá se casó en 1957 con doña Agrispina Ortega, con quien tuvo cinco hijos. Nueve años después de la venida de Narciso, Santiago también llegó a Argentina sin saber dónde podía estar viviendo su tío, pero pese a ello nunca perdió las esperanzas de un reencuentro. En diciembre del año pasado, don Narciso y su esposa Agrispina, quienes no pasaban un buen momento económico, fueron los destinatarios de un gesto solidario de los vecinos de Jacobacci, que salió publicado en "Río Negro".

Ese fue el puntapié para que hoy, parte de la familia Meriño pueda estar junta nuevamente. "Ahí nos enteramos con mi mujer donde estaba mi tío. Siempre le decía a ella que quería encontrarlo pero no sabíamos dónde buscarlo. Por eso cuando leímos la nota, la alegría fue muy grande. Nos criamos juntos en la casa de mi abuelo Lorenzo, allá en Chile..., son muchos los recuerdos", afirmó Santiago a este medio.

El esperado reencuentro se hizo realidad el viernes en horas del mediodía.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí