BUSCAR       RIO NEGRO    WEB     
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Domingo 10 de Diciembre de 2006
 
Edicion impresa pag. 42 > Sociedad
Vuelta a casa de Wiederhold en el Bariloche de 1925
El primer poblador de la hoy ciudad de San Carlos de Bariloche volvió para un homenaje con discursos y baile. Visitó su primera y modesta casa de madera y viajó a Comallo con Capraro para ver la punta de rieles del ferrocarril al lago.
La primera casa de Bariloche en el verano de 1917 (foto de Emilio B. Morales).
La primera casa de Bariloche en el verano de 1917 (foto de Emilio B. Morales).
Click para ampliar

El domingo 8 de febrero de 1925 el almuerzo de abundancia campestre en el Recreo Runge sobre el "camino de la costa" del viejo Bariloche había reunido a medio centenar de pioneros del lugar. Festejaron el 30º aniversario de la fundación del pueblo con la presencia del fundador Carlos Wiederhold, llegado el día anterior desde su residencia en Puerto Varas, Chile.

Durante la sobremesa vibraron emociones iniciadas con el Tedeum de esa mañana y siguieron en la bulliciosa caravana de autos hasta lo de Runge donde todos suscribieron el pergamino destinado a homenajear al pionero Wiederhold.

La comisión para la celebración la presidía el ingeniero Emilio E. Frey secundado por Otto Goedecke, Luis Pefaure, Primo Capraro, Cornelio Hagemann, Otto Mülempfortd, Rubén Fernández, Bernardo Boock, Oscar Runge, Gustavo Winckler, Daniel Márquez y Félix Petit.

A la hora de los discursos tronó la sonora voz del también pionero Primo Capraro. Descargó loas a Wiederhold por su tesonero emprendimiento que sin proponérselo- aglutinó luego un pequeño villorrio junto al aserradero y casa comercial "La Alemana" a orillas del Nahuel Huapi.

Capraro, entusiasta y casi volcánico, también aludió al esfuerzo de los habitantes según la crónica de La Nación-; enalteció el concurso del Estado y evocó a los miembros de la Comisión Nacional del Parque presidida por Manuel Augusto Montes de Oca.

Luego disertó Pedro Alcoba Pitt (director de la escuela 16 y corresponsal intermitente de La Nación) para quien el homenaje era una "verdadera apoteosis del carácter", ya que allí "rodeaban al esforzado primer poblador los veteranos de nuestras cordilleras, congregados al cabo de su obra, en hora solemne,

compulsiva de todos los valores y de todos los esfuerzos".

Wiederlhod se puso de pie y contestó tanta alabanza, discurso rescatado por el historiador Juan Martín Biedma, que repitió la anécdota nominadora del pueblo: equívoco ("San" Carlos en vez de "Don" Carlos) que "se debe a don Enrique Niel que cuando me escribió la primera carta la dirigió al que habla a San Carlos y como en la Argentina hay muchos San Carlos le añadió más el de Bariloche por haber estado antiguamente el boquete Bariloche cerca de aquí", explicó Wiederhold. Los vecinos rieron y pasaron a gozar el resto del relato.

 

Odisea en travesía

 

Sustancioso, casi lacónico, describió que "en diciembre de 1894 resolví hacer un viaje desde Osorno vía Puyehue a Nahuel Huapi para conocer estos hermosos paisajes y encontré en esos tiempos muy pocos pobladores. Por don José Tauschek continuó- supe que se podía abrir un camino entre los lagos del Nahuel Huapi y Todos los Santos. Resolvimos hacer una expedición ocupando un pequeño bote con el cual avanzamos atravesando las lagunitas Moreno detrás de la Península San Pedro a Puerto Blest. Desde aquí nos abrimos, con machete en mano, un pequeño sendero...".

La evocación incluyó el techado que hizo con hojas de pangues o nalcas "que nos servían para resguardarnos un poco de la torrencial lluvia".

Esa protección terminó por nominar como Casa Panque al ventisquero del cerro Tronador que irriga el valle y desagua en el lago de Todos los Santos.

El relato continuó: "...seguimos por el valle de Peulla teniendo que atravesar este río a pie más de veinte veces hasta llegar al lago Todos los Santos. Aquí acampamos en la playa y al amanecer buscamos maderas secas y boqui (enredadera cuyo resistente tallo se usa en cestería) para armar una balsa con la cual atravesamos el lago en dos días. En Petrohué abandonamos la balsa y nos dirigimos a pie hasta la Ensenada. Los víveres se nos habían agotado y por suerte nos pudimos alimentar en Peulla y Casa Pangue con nalca y de la ensenada donde habían abandonado los colonos sus chacras por la erupción del Calbuco (nos alimentamos) con grosellas y frambuesas. En la casa de don Francisco Toelg alquilamos caballos para seguir hasta Puerto Montt. Aquí (allí) me puse al habla con el intendente de la provincia de Llanquihue don José Luis Vergara al cual le hice una narración sobre mi expedición y mis viajes. Desde luego me prometió conseguir del gobierno de Chile ayuda para construir

un camino. Resolví dedicarme desde luego a abrir ese camino para transportar frutos y mercaderías, establecer en este lindo lugar (por Bariloche) que tengo el agrado de pisar y verlo cambiado en una próspera ciudad, una casa de comercio. Compré inmediatamente en Puerto Montt dos buenas embarcaciones a vela, una para el lago Llanquihue y otra para Todos los Santos. Y para construir una embarcación grande en Nahuel Huapi contraté a don Lindor Gallardo que me acompañó con un grupo de carpinteros. Así se pudo lanzar en corto tiempo también esta embarcación. Al mismo tiempo se edificaron en Ensenada, Petrohué, Peulla, Casa Pangue, Puerto Blest y Bariloche las casas necesarias. Abrí el camino para carretas entre Llanquihue y Todos los Santos y entre Peulla y Casa Pangue, y de aquí un sendero para mula vía Los Raulís y Puerto Blest. Todo esto se ha hecho en el mismo verano (1894-95) pudiendo transportar en Abril y Mayo una buena cantidad de mercadería del Pacífico y frutos desde aquí, con la cual se transportaban animales, lana, cerda, etc. Y mandé construir el vapor Tronador en Todos los Santos. Entre los primeros pasajeros argentinos de Buenos Aires que transportaba, figura don Norberto Cobos y don Francisco P. Moreno".

 

Pionero de levita

 

Aquella disertación de Wiederhold, casi académica -más por la figura del personaje de encanecido bigote y barba "perita", ataviado con camisa de cuello "palomita" y levita, que por su estilo narrativo- "resultó un interesante relato, causando impresión el cuadro de sacrificios y enérgica voluntad, descrito con inequívoca sencillez", según la crónica de La Nación publicada poco después.

El mismo diario registró que en el último tramo de la reunión "se improvisó un animado baile, amenizado por varios números de canto". No faltó, claro, la visita del homenajeado y comitiva hasta su modestísima primera casa junto al lago y cuya fotografía (que ilustra esta página) integró el grupo de ilustraciones del libro "Lagos, bosques y cascadas" de Emilio B. Morales, fundador de La Razón de Buenos Aires.

A día siguiente, Wiederhold "acompañado por D. Primo Capraro y el gerente del Banco de la Nación D. Domingo H. Pita, partieron en automóvil hasta Comallo" para visitar las obras férreas. Seguramente Capraro se mostraba como sucesor progresista del invitado, porque no sólo había construido la capilla donde se rezó el Tedeum y muchas casas del pueblo, sino el luciente Banco de la Nación.

Otro motivo por llegar a la punta de rieles -desde donde pocas semanas antes había partido el general Pershing-, fue que "don Primo", entonces el empresario más poderoso de Bariloche, era el contratista del ferrocarril del Estado hacia el lago. Se sabe: en su apuro para que el primer tren llegara al lago, adelantó las obras a su costo, pero el gobierno demoró las certificaciones y su pago, lo que lo llevaría al suicidio.

Pero, ¿quién era Wiederhold?

 

 

FRANCISCO N. JUAREZ

fnjuarez@sion.com

(Continuará)

 
notas relacionadas
IMAGENES, DOCUMENTOS Y PERFILES
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006