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Revuelo por el despido del equipo forense de Cipolletti | ||
Un mensaje sobre un freezer habría sido el detonante de que el titular de STJ, Lutz, despidiera a los médicos. | ||
CIPOLLETTI (AC).- El detonante fue un cartel: "Pepe Sánchez s/muerte dudosa. Juzgado (había un número de un tribunal inexistente). Material patógeno. No desenchufe". El mensaje estaba sobre un freezer que había sido largamente esperado por el equipo forense de la Cuarta Circunscripción Judicial y que desde hacía unos dos meses seguía sin instalar en un pasillo de los Tribunales de Cipolletti. El día de la asunción de los nuevos jueces de la Cámara Segunda, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Luis Lutz, vio esta advertencia (que habían puesto los mismos médicos hacía tiempo) y allí comenzó la despedida de los dos profesionales que integraban el Cuerpo, más una catarata de reclamos y reproches. Desde este martes, Fernando Allemandi y Francisco Delgado no integran más el Cuerpo Forense de Cipolletti. A partir de ahora, y hasta que se designe a nuevos médicos, Ismael Hamdan, de Roca, deberá viajar para atender los casos de la Cuarta Circunscripción; mientras que en la Segunda quedará sólo un perito. Es decir, de cuatro que trabajaban juntos haciendo autopsias, sólo quedó uno en cada jurisdicción. El revuelo comenzó el martes a las 11.30 cuando el presidente de la superintendencia, Edgardo Albrieu, les comunicó la novedad a Allemandi y Delgado. Les dijo que no les renovaban los contratos (que se vencían justo el 5) y que debían desalojar la oficina antes de la medianoche. "Inexplicable, arbitrario". Así se consideró en el ámbito judicial cipoleño esta decisión. El tema llegó incluso hasta la Asociación de Forenses de la Argentina, entidad que enviará un comunicado de desagravio por lo sucedido y que destinaría un veedor para el próximo concurso. Es que en los pasillos se comenta que en realidad las diferencias entre la cúpula judicial y los dos peritos cipoleños habrían comenzado casi desde el mismo momento en que se presentaron para cubrir sus cargos. "Había números puestos", dijo una fuente. Y los antecedentes laborales de los dos profesionales que desde 2004 estuvieron en Cipolletti no habrían permitido que alguien "entrara por la ventana", según se rumorea. Ese habría sido el primer roce, de una serie diferencias que terminaron con un último cuestionamiento por un cartel en un freezer, hecho por el cual ni siquiera se inició un sumario si generó tanto malestar. Este mensaje, dijo Allemandi ayer a "Río Negro", se colocó porque el aparato que debía ser trasladado a Roca para que allí pudieran resguardar bajo llave las pruebas periciales de casos de Cipolletti, había quedado en un pasillo desde hacía dos meses y por allí pasaba la gente y hasta se sentaba a los chicos encima. No querían que se estropeara y fue en tono de broma. Eso era evidente: el freezer tenía aún el nailon y el telgopor con el que había sido embalado de fábrica y no estaba enchufado. Al verlo, la gente se alejaba riendo. "Vengo a hablar por el cartel en el freezer", le dijo Lutz a Allemandi el día en que asumieron las nuevas autoridades. Allemandi, intentó contarle la historia de este aparato (bien conocida en el Poder Judicial) pero no encontró eco. Nada supo ese día de su desafectación, sino hasta el martes al mediodía. | ||
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