CIPOLLETTI (AC).- El director del hospital de esta ciudad, Sergio Wisky, anunció que se trabaja para ampliar el horario de los centros periféricos cipoleños. Aclaró que el objetivo es realizar actividades con la comunidad en la promoción de la salud y "no repetir el modelo hospitalario".

El anuncio lo realizó durante la reinauguración del centro de salud del barrio Anai Mapu que estuvo cerrado algo más de un mes luego de los destrozos que sufrió a raíz de un incendio intencional.

Esto último motivó que el personal de conducción del hospital y de los centros periféricos reafirmara la necesidad de trabajar con los vecinos para que sientan las instalaciones como propias y evitar así hechos de vandalismo.

Wisky aseguró que "estas situaciones tienen más que ver con un problema de contención social que de otro tipo. Y resaltó que "la seguridad debe ser, sobre todo, el resultado de un esfuerzo entre la comunidad y sus instituciones".

Según anunció, la ampliación del horario se efectivizará a partir del año que viene, aunque "para actividades que tengan que ver con la promoción de la salud y no para la atención directa de pacientes. Para eso está el hospital", reconoció.

Habrá charlas con nutricionistas, asistentes sociales, médicos y actividades que contengan a los jóvenes, por ejemplo. En este caso, los profesionales y los vecinos ya comenzaron a tener reuniones para trabajar, entre otros aspectos, en la cuestión de la seguridad.

Más allá de estas iniciativas, se instaló una alarma con conexión al destacamento policial del barrio. También el municipio se comprometió a colocar un cerco perimetral.

Mientras se realizaron las refacciones -con un costo de 16.000 pesos- el cuerpo profesional del centro atendió en un salón cedido por la municipalidad. Diariamente concurren al lugar entre 100 y 150 personas.

La referente del personal que trabaja en el periférico, Norma Vergara, agradeció a los vecinos por toda la ayuda brindada para poner nuevamente en funcionamiento las instalaciones.

Resaltó que la reapertura del centro fue "el resultado del esfuerzo entre la comunidad y la institución" y se manifestó "satisfecha" con los objetivos alcanzados en los aspectos de seguridad.

Sin embargo, aún resta reconstruir las casi 6.000 historias clínicas que se perdieron durante el incendio. Esta tarea será la que más tiempo llevará.