SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- La falta de diálogo con las autoridades provinciales amenaza con agravar el conflicto que mantiene el grupo de suboficiales que ahora se manifiestan frente al edificio de la Regional Tercera de Policía, quienes denunciaron presiones al personal y a sus familiares por parte de las autoridades.

Ayer por la tarde el único vínculo de los manifestantes con sus mandos era el jefe de la Regional, comisario mayor Jorge Uribe, y ellos mismos habían expresado que el único interlocutor político con quien se podrían reunir era el gobernador Miguel Saiz.

El intento de suicidio de una cabo primero de apellido Veloso, presuntamente debido a presiones y a que la vincularon con el movimiento, influyó también en el estado de ánimo de los reclamantes, por momentos muy emotivo, y radicalizó su postura. La médica policial Agustina Sarmiento se presentó a las 15.30 para examinar a quienes mantenían la protesta.

Los manifestantes pasaron la noche en dos carpas ubicadas en el jardín de la Regional, en pleno Centro Cívico, acompañados por familiares que les acercaron alimentos, ropa de abrigo y palabras de aliento. Poco antes del mediodía pasó por allí el subjefe de Policía, Víctor Cufré, a quien acusaron de "soberbio", pero tampoco habló con los suboficiales y partió en su auto en compañía del comisario general Laudelino Ferreyra y de otros dos policías.

Después denunciaron presiones a sus familiares, a quienes habrían tratado de notificar de la cesantía, causas administrativas o sanciones a los acuartelados, y reclamaron su derecho a peticionar y a mantener su lucha pacífica. "Basta de persecuciones a los policías y a sus familiares, y a los camaradas a quienes involucraron sin tener nada que ver, que den un paso al frente", pidió el sargento Segundo Almuna, reprochando que "no somos 20, sino cuatro mil policías".

Convocaron a la ciudadanía para que los apoye, pero a las 15, hora prevista para la concentración, sólo un grupo de familiares los acompañó en su reclamo. Allí presentaron una emotiva "carta de un policía a su hijo", que Almuna a duras penas terminó de leer, y una de las esposas habló para criticar que "de lo prometido en el acta acuerdo del año pasado sólo les dieron dos camisas y un par de borcegos, y son los policías quienes deben comprarse la indumentaria". También se conoció una carta abierta a la comunidad suscripta por el suboficial retirado José Figueroa, donde puntualiza los motivos del conflicto. Allí destaca aspectos del incumplimiento del acuerdo logrado el año pasado, las presuntas amenazas reiteradas de traslados a diferentes destinos, y los "aprietes a familias de policías e inicio de actuaciones sumarísimas".