El Senado dio media sanción anoche a un proyecto de ley que prorroga por cinco años, a partir del 7 de enero de 2007, las retenciones a la exportación de hidrocarburos, una de las mayores fuentes de ingresos del fisco.
La iniciativa también extiende las facultades otorgadas al Poder Ejecutivo para establecer las alícuotas correspondientes, de acuerdo a los precios internos y externos. En el debate se introdujo una modificación respecto del destino del tributo.
El texto original establecía como destino "la atención de los servicios de la deuda pública y a la consolidación de la sustentabilidad del programa fiscal y económico actual", pero al final se eliminó el concepto del pago de deuda pública.
La norma fue aprobada con 35 votos a favor y 14 en contra, ya que el radicalismo y los bloques minoritarios expresaron su rechazo a la iniciativa.
El titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Jorge Capitanich, justificó la sanción del proyecto al señalar que si se eliminaran las retenciones, "el Estado no sólo perdería ingresos, sino también perdería capacidad de regulación del precio interno".
El radical Alfredo Martínez explicó el motivo por el que la UCR votó en contra, a pesar de considerar que "las retenciones son un buen mecanismo para captar parte de la renta petrolera, y tiene validez como mecanismo de control del precio interno".
"Estas retenciones surgieron en el marco de la emergencia, pero prorrogarlo por cinco años es transformarlo en un impuesto permanente. Entonces pedimos que se transforme en un mecanismo de coparticipación para todas las provincias", sostuvo el legislador santacruceño. Pero así como no logró en ese tema imponer su posición, el radicalismo tuvo una victoria política en otro proyecto, el que ampliaba en 1.300 millones de pesos el tope que tiene el Estado para la colocación de bonos. (DyN)