NEUQUEN (AN).- Las discos y las confiterías podrán cerrar a la hora que quieran, si bien el tope de admisión de clientes será las seis y media. Esta nueva regla de juego, que fue empujada por los bolicheros, va acompañada con el permiso de duplicar la cantidad de personas en el interior de los locales.
Dicho de otro modo, los boliches que tienen permitido ingresar a 300 personas, podrán albergar a 600 con la norma que los ediles aprobarán hoy.
Como esta iniciativa no modifica el código de edificación, se desprende que estos locales deberán redimensionar las salidas de emergencia, las circulaciones y la renovación del aire, entre otras medidas de seguridad.
El proyecto consensuado otorga 60 días hábiles a los actuales permisionarios para adecuarse a la nuevos requisitos, y un plazo idéntico "por única vez e improrrogable" en casos debidamente fundados.
Para los boliches nuevos que se instalen en Neuquén, tendrán prohibido ubicarse en edificios con entrada común a departamentos y a una distancia menor de 200 metros de centros asistenciales y de salas velatorias.
Este ítem es extensible a los pubs, salones de fiesta, globas, cabarets y wisquerías. A los dos últimos, se les prohíbe expresamente delimitar espacios de manera intencional o espontánea para usarlos como pista de baile.
El proyecto que los concejales transformarán en ordenanza prevé tres modalidades de funcionamiento para los boliches. Uno está dirigido a chicos de 13 a 15 años, entre las 22.30 y las 0.30. El segundo comprende a los pibes de16 años en adelante, entre la 1.30 a las 6.30 para el cierre de la taquilla, que es la franja que los concejales pretendían sacar de la calle. La última modalidad abarca a los clientes de 18 en adelante, en el mismo horario.
El cierre de taquilla supone que las puertas del local cerrarán a las 6.30, pero seguirá trabajando con las personas que permanezcan en el interior.
Las dos últimas modalidades de funcionamiento son excluyentes entre sí. Y esto implica que el responsable del pub deberá optar con cuál trabajar. En el Deliberante, los bolicheros anticiparon que trabajar con chicos de 16 no es rentable porque su negocio es vender bebidas alcohólicas, una cuestión que tienen prohibido porque son menores de edad.
Una novedad es la limitación del nivel de las emisiones sonoras, de hasta 90 decibeles para los boliches y de hasta 60 de tratarse de confiterías, bares y pubs. Obliga a poner limitadores automáticos a los equipos de sonido.
Los patovicas, por su parte, vestirán un uniforme reglamentario con la leyenda "seguridad" y portarán la credencial, matrícula, y número de registro municipal. Tienen prohibido portar armas o elementos contundentes para la realizar las tareas, e ingerir alcohol. De generar incidentes, los bolicheros pagarán multas de 3.500 a 17.500 pesos, y de reincidir, se exponen a la clausura definitiva.