LA PAZ.- La crisis boliviana se agravó sin soluciones a la vista luego de que más de 40 legisladores opositores y cuatro gobernadores que protestan contra el gobierno de Evo Morales engrosaran un grupo de unos 600 huelguistas de hambre en todo el país, en víspera de la Cumbre Sudamericana de mañana.
A menos de dos días del inicio de la II Cumbre Sudamericana que se celebrará entre mañana y el sábado en Cochabamba, más de 600 opositores están en huelga de hambre en varias ciudades bolivianas en protesta por la decisión del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) de imponer su mayoría (51%) en la Asamblea Constituyente.
En la vereda de enfrente, un grupo de colonos indígenas tomó de rehén ayer al gobernador de La Paz, José Luis Paredes, cerca de la Plaza de Armas de la localidad cocalera de Caranavi, emplazada en unos valles a 120 km de la capital, indicaron fuentes oficiales.
"Los campesinos del lugar quieren que el Prefecto (gobernador) entre en huelga" en apoyo a la mayoría absoluta con la que Morales intenta aprobar la nueva Constitución a su medida en la Asamblea Constituyente, informó un vocero de la gobernación de La Paz.
Paredes, un ex dirigente socialdemócrata, mantiene una postura neutra entre Morales y cuatro de sus colegas gobernadores de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en huelga de hambre contra la política de Morales en la Asamblea y a favor de que la nueva ley fundamental del Estado se apruebe con el voto de dos tercios (170) del plenario de 255 miembros.
"La gente comienza a gritar libertad, a gritar democracia, autonomía, y el gobierno se empeña por ir por una vía totalitaria, no democrática, agresiva, al mejor estilo fascistoide de las dictaduras (militares) de otros tiempos", afirmó Germán Antelo, líder en huelga de hambre del CPSCZ, principal organización civil de Santa Cruz, cuyas élites y empresarios se oponen radicalmente a Morales.
Al tiempo que otros grupos vinculados a la oposición anunciaban sumarse a la huelga de hambre -liderada por el frente opositor Podemos, del ex presidente conservador Jorge Quiroga- Morales acusó a la oposición de tejer una nueva conspiración contra su gobierno y el proceso de cambios, como la nacionalización de hidrocarburos o su guerra al latifundio.
"Durante estos diez meses de gobierno (he vivido) de conspiración en conspiración, que viene de la derecha fascista", deploró el mandatario durante una conferencia con la prensa extranjera.
Morales, que pidió a policías y militares acompañar las reformas que ha emprendido su gobierno, se dijo víctima de una "conspiración y agresión permanente" por parte de la oposición que representa Quiroga, "un pichón, cría" de la dictadura del ex presidente militar Hugo Banzer.
La tensión en esta crisis política se caldeó mucho más el martes después de que un grupo de militantes del MAS desalojó por la fuerza a un piquete de huelguistas de hambre en una parroquia de La Paz, donde se hallaban el escritor Juan Claudio Lechín, y un ex comandante militar, quienes se vieron obligados a huir del lugar.
La Conferencia Episcopal de Bolivia, la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo lamentaron el hecho y llamaron a los bandos en disputa a deponer sus exigencias y sentarse a la mesa del entendimiento. (AFP/DPA)
