NEUQUEN (AN).- Enfrentan, en la ciudad, un ambiente que consideran hostil, y lo hacen desde un lugar que les es propio, aunque eligieron su nombre precisamente como ejemplo del "desarraigo, de la falta de pertenencia". Se trata de un grupo de rock "ecléctico" que integran seis estudiantes de la carrera de turismo de la Universidad del Comahue que mañana subirán al escenario del aula magna para declarar Tierra de Nadie ese recinto, sentar sus reales y continuar la grabación de su álbum, que recopilará "lo mejor de las actuaciones en vivo".
Tierra de Nadie son Gustavo Castro -batería y percusión-; Osvaldo Fonseca -bajo-; Luciano Vega -segunda guitarra-; Mario Atencio -voz-; Wálter Barría -batería- y Marcelo "Jeremy" Oviedo -primera guitarra, coros y la mayoría de las letras-. Se conocieron en el ámbito universitario y es allí donde crearon, en un año y medio de existencia, su público.
"Hacemos una música diferente del resto de los grupos de rock", afirmó Oviedo -y Vega lo apoyó con un "lo nuestro es rock ecléctico"- porque incluyen "folclore y otros ritmos que trae Gustavo Castro; la voz medio tanguera de Mario Atencio".
Se diferencian también de los que solamente hacen temas de otros o siguen la tendencia "rolinga; lo nuestro es más armónico", explicaron. Consideraron que la escena musical neuquina está "estandarizada: se hace rock pesado, tipo Rolling Stones o cumbia"
Además, existe un cuidado por las letras, que narran "las circunstancias de la vida" -el amor, la amistad, el dolor, la muerte- "con una vuelta de tuerca hacia Oliverio Girondo, Borges, que están ahí como influencias". La idea "es revalorizar la cuestión poética, a diferencia de la mayoría de las bandas que usan clichés", en referencia a la cuestión de las adicciones o de las protestas contra el entorno social.
La grabación en vivo está a cargo de Javier Pérez, que ya trabajó con la banda en sus anteriores presentaciones en el comedor universitario y en el auditorio de la facultad de Turismo. Subrayaron el apoyo de la secretaría de extensión de esa casa de estudios a cargo de Pablo Bestard-.
La mayoría de los temas que interpretan son propios -que irán en el disco compacto que está en elaboración-, aunque también realizan versiones de otros músicos, en castellano e inglés. Musicalmente, "tenemos una onda muy Gustavo Cerati o Soda Stereo y los Héroes del Silencio".
"Nadie escribe ahora sobre el amor", se quejó Oviedo y ratificó la intención de "disfrazar las letras, la realidad y buscarle una vuelta más" con tendencia hacia lo lírico.En muchos casos, las composiciones de Tierra de Nadie son colectivas: aparece la letra, proporcionada por Oviedo pero en el grupo "se dan vuelta los textos, los verbos cambian de lugar y así surgen las canciones". Ensayan como las viejas bandas de rock, en un garaje en Cipolletti -la casa de Barría- mientras preparan el programa del verano, que en diciembre prevé presentaciones el 14 a las 23 en la Escuela 280 del oeste de esta capital y al día siguiente en Loncopué.