VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- En la parte lateral trasera de un Torino 380 blanco del 69, una bandera argentina indica patrióticamente "Las Malvinas son Argentinas". Otra franja blanca y celeste atraviesa el capot. Entre tanta escudería importada y lenguas extranjeras, el torino "made in Argentina" destaca. "Seguramente es un argentino", dice uno al pasar.

Pero no, el conductor es Clay Regazzoni, el corredor suizo-italiano favorito de Ferrari que representó a la marca en más de una competencia de Formula 1. El, y Jadques Laffite otros de los emblemas del Formula 1 en la década del 70 y 80- participan de la carrera de 1000 millas. Clay con el Torino, y Laffite con un Chevrolet Corvette Swing Ray del 64.

"Me gusta mucho la Argentina, se vive mejor aquí que en Europa, allá hay muchos problemas políticos, de dinero. La gente está enojada", comenta Ragazzoni en perfecto castellano, y agrega: "Compré el torino el año pasado y me lo prepararon en Paraná. Lo compré porque es un auto argentino".

Ragazzoni tiene 67 años, nació en Suiza y vive desde hace dos años en Montecarlo, meca de los ex corredores. Como piloto, fue uno de los referentes indiscutidos del automovilismo mundial en la década del 70 y sobre todo de Formula 1, en la cual compitió con diferentes equipos hasta convertirse en el favorito de Don Enzo, "Il Commendatore", el fundador de Ferrari. En 1980, en el Gran Prix de Long Beach (EE.UU.) le fallaron los frenos y chocó contra un auto que se había retirado de la carrera. El accidente lo dejó paralizado de la cintura para abajo. No obstante, la pasión por los "fierros" puede más y corre con piernas ortopédicas.