VIEDMA (AV)- El ex ministro César Nouche negó ayer su participación en el otorgamiento de créditos a empresas insolventes como el caso Toddy, Crybsa o Lahusen; en el marco de la tercera audiencia del juicio que se le sigue por presunta administración fraudulenta en el ex Banco de la Provincia de Río Negro.

Reconoció las firmas en las actas como consejero de la entidad crediticia entre junio de 1986 hasta el 30 de octubre de 1989. Sin embargo, aclaró que se respetaban las opiniones de estamentos inferiores del banco cuando hacían solicitudes de apoyo. Agregó que en base a los datos aportados por la cadena de funcionarios la aprobación en el Consejo de Administración "era una formalidad" por lo tanto "no nos íbamos a oponer a una cadena lineal de aprobaciones" y además en la historia del banco "nunca se dio vuelta un informe del mando gerencial".

Ante una pregunta del tribunal sobre en qué punto fincaba su interés por un crédito, respondió que los fundamentos "los daba el gerente de sucursal cuando daba su aprobación y salvo si que el plan de negocios fuera dudoso, no era aprobado" aunque en la operatoria por bonos, en la segunda etapa, el Banco Central "nunca observó" que hubiera requisitos irregulares.

Luego se le preguntó cómo se conjugaban los conceptos de banca de fomento social y mantener superávit. Señaló que "era difícil porque el banco era más una herramienta económica que asistencia social" añadiendo que "había que hacer un equilibrio con la utilidad y canalizar fondos hacia actividades de interés económico". Puso como ejemplo que había que atender ciertas presiones de la sociedad porque en una oportunidad "ofrecimos la devolución de créditos a valor producto, pero cuando aumentaron las ventas, los productores se negaron a pagar más y temíamos que el Alto Valle se levantara".