Relamiéndose y frotándose las manos como pibe goloso ante el pastel de chocolate que le trajo la abuela..

Así pispea el radicalismo rionegrino la crisis que viborea en el Frente para la Victoria.

Un seguimiento liderado desde la Capital Federal por el ministro de Gobierno, Iván Lázzeri.

Fue desde el propio Frente que en las primeras horas de la tarde Lázzeri fue notificado de la tormenta.

- Dicen que se baja Arriaga - le dijo desde Roca el intendente Carlos Soria. Fue en el marco de una conversación cuya génesis fueron temas municipales.

Lázzeri sacudió la cabeza e interrumpió la mirada que desde largo tenía depositada en las sobrias líneas del hotel de Alan Faena, Puerto Madero. A tres manos y con tres teléfonos, se comunicó con su vasta y bien entrenada tribu de indios bomberos que tiene desplegada en la provincia.

- Averigüen bien qué está pasando en este territorio comanche que es el Frente- ordenó y esperó.

Rato después sabía del comunicado del arriaguismo. También de cómo iban reaccionando los distintos planos del peronismo en favor de la fórmula Pichetto - Arriaga.

Pasadas las 16 "Río Negro" se comunicó con él.

- ¿Qué sabe de lo que está pasando en el Frente?

- Que estos muchachos se están friendo entre ellos. Les vamos a ganar de nuevo... por algo parecido a aquella ecuación de Perón, ¿se acuerda?

- No me interesa...

- Sí, sí...¡cómo que no!...Les vamos a ganar de nuevo por aquello de que "no es que nosotros seamos muy buenos, sino que los otros son peores"....