Cruje el Frente para la Victoria.

Y cruje tanto que ayer, el Frente Grande, socio esencial del peronismo en la convergencia, amenazó con dejarla e ir solo a las elecciones del 2007.

De llegar a esa situación, el radicalismo tendrá allanado el camino para mantenerse en el poder.

El enojo del partido liderado por el diputado Julio Arriaga estalló tras conocerse ayer nuevas declaraciones del intendente de Roca, Carlos Soria. En las mismas, Soria volvió a ratificar que luchará para que Arriaga no sea el candidato a vicegobernador de la fórmula del Frente para la Victoria y advirtió que en el próximo congreso del partido alentará la revisión de la sociedad PJ-Frente Grande.

El arriaguismo no se demoró en reaccionar. Lo hizo a través de una declaración de su líder luego de que se fijara posición en dos reuniones mantenidas ayer por su máxima dirigencia. "Si algunos dirigentes del peronismo rionegrino dice Arriaga creen que molestamos o no somos necesarios, buscaremos nuestro propio camino".

Y si bien eludió acusar a Soria, advirtió que su partido no está dispuesto a tolerar "agresiones".

Afirma Arriaga que pedirá una entrevista con el presidente Kirchner para "transmitirle esta profunda preocupación que me produce la búsqueda de protagonismo de algunos, perjudicando al conjunto del Frente. Parece que algunos se olvidan de sus responsabilidades en las derrotas que vienen sufriendo desde 1983 y no quieren comprender que nuestra inclusión significó que muchos rionegrinos nos sigan y comencemos a vislumbrar un horizonte de triunfos electorales. Queremos sincerar las cosas lo antes posible, si hay dirigentes que no entienden que la cuestión de fondo es derrocar al radicalismo y siguen saboteando lo que se quiere construir; si alguien cree que es mejor o garantizaría más que nosotros un triunfo electoral, pues que tome el puesto y se haga cargo. Concretamente, si hay dirigentes que creen que en vez de la fórmula Pichetto-Arriaga, sería mejor una Pichetto-Soria o algún otro compañero justicialista, nosotros damos un paso al costado y nos abocamos inmediatamente a seguir con quienes quieran acompañarnos para dar el apoyo al presidente y enfrentar al radicalismo en Río Negro".

La declaración de Arriaga fue avalada por el conjunto de la máxima dirigencia del Frente Grande, el bloque de diputados del partido y el intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck.

Tras conocerse el malestar del arriaguismo, el grueso del peronismo asumió posición.

El conjunto de las declaraciones busca aislar la postura asumida por Soria.

El compañero de fórmula de Arriaga como candidato a gobernador, el senador Miguel Pichetto, emitió una declaración sosteniendo que esa sociedad es "la única capaz de ganar la gobernación. La verdadera expresión del cambio político y social en Río Negro es el proyecto que encabezo junto con Arriaga. Esta es la fórmula a la que le teme el gobierno radical".

Por su parte, el Consejo Superior del PJ, vía su secretario Miguel Ciliberto, manifestó su "terminante respaldo a la fórmula Pichetto - Arriaga".

El lunes emitirá una declaración ampliada y centrada en esa dirección.

Y en el mismo sentido se expresó la Liga de Intendentes Justicialistas, que reclamó "máxima responsabilidad" a todos los peronistas, los "que no estamos dispuestos a tirar por la borda esta posibilidad" de llegar al poder.