El Senado convirtió ayer en ley un amplio paquete de medidas impositivas, esencial para el esquema económico del gobierno nacional.
El conjunto de normas incluye la prórroga de tres leyes de gravámenes que vencen a fin de año, la modificación del impuesto a las ganancias para trabajadores petroleros y una reforma en el Fondo Hídrico de Infraestructura.
En una metodología inédita, todos los proyectos fueron tratados en forma conjunta, por lo cual al hacer uso de la palabra cada senador se refería en una única alocución a todas las iniciativas, y después votaron de una sola vez.
El primer tema votado fue la prórroga de una serie de leyes impositivas por todo el 2007 que representan en conjunto una recaudación de 14.000 millones de pesos, una medida que ya cuenta con media sanción de Diputados.
El paquete abarca una serie de gravámenes, como el impuesto al cheque, el impuesto especial a los cigarrillos, la excepción para que los reintegros a la exportación no paguen el impuesto a las ganancias, y la suspensión de gravar con IVA las compras, la importación y la fabricación de bienes de capital.
Estos impuestos, que fueron sancionados por 36 votos afirmativos y uno negativo, son considerados centrales para la política tributaria desarrollada por la administración nacional, especialmente el impuesto al cheque cuya recaudación proyectada para el 2007 asciende a 12.983 millones de pesos.
El presidente de la comisión de Presupuesto, Jorge Capitanich, resaltó el "incremento extraordinario del PBI entre 2002 y 2006", lo que se según su explicación se debió a "la vigencia de esta prórroga impositiva".
La respuesta al planteo de Capitanich estuvo a cargo del jefe del bloque radical, Ernesto Sanz, quien si bien adelantó el voto positivo de su bancada en el tratamiento en general criticó la política tributaria del gobierno.
"Aquí no se ha puesto en discusión el valor del superávit primario para el modelo argentino. Lo que se discute es la conformación de la estructura tributaria que le da sustento al superávit", dijo al enmarcar su exposición.
Planteó después que el gobierno "no le aumenta los precios a los ciudadanos pero sí aumenta la presión tributaria, con la diferencia que esa presión no aparece en los indicadores del INDEC.
"Hoy más del 30 por ciento de los ingresos se destinan a financiar al sector publico". "Tenemos un sistema tributario caro, una altísima evasión, un sistema tributario recesivo, con un reparto a las provincias sumamente inequitativo. ¿No ha llegado la hora para que en un momento de normalidad empecemos a discutir una reforma tributaria de fondo?", se preguntó.
El segundo tema impositivo que aprobaron los senadores -por 57 votos afirmativos y uno negativo- fue el proyecto que excluye los adicionales por viáticos y comida en el cálculo del mínimo no imponible para el pago del impuesto a las ganancias para los trabajadores del sector petrolero. La presentación de este tema permitió destrabar el reciente conflicto con los trabajadores del sector petrolero en las provincias productoras de la Patagonia, pero también abrió las compuertas
para reclamos de otros sectores también afectados por el bajo mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Capitanich explicó que hay en el país 14.000 trabajadores petroleros, que tienen un convenio laboral que establece distintos componentes en su sistema de remuneración.
El último tema impositivo aprobado fue una modificación al sistema de recaudación del Fondo Hídrico de Infraestructura Especifica, un fiduciario creado por decreto en el 2001 que maneja unos 500 millones de pesos. El principal cambio a la norma reside en que dejará de ser una tasa fija de 5 centavos por cada litro de nafta o metro cúbico de gas natural comprimido (GNC), para transformarse en un impuesto.