El gobierno boliviano celebró ayer lo que considera una gran victoria en la promulgación de la reforma agraria y se apresta a enfrentar a una oposición inconforme, que ya anunció que planteará batalla por ese tema y por el control de la Asamblea Constituyente.
El Senado, controlado por el derechista partido Podemos, estaba bloqueado desde la semana pasada, pero tres congresistas opositores sorpresivamente aceptaron el martes votar y, con el quórum recompuesto, lograron aprobar en esa instancia la ley de tierras para regocijo del gobierno.
El socialista Santos Ramírez, presidente del Senado de 27 miembros, rearticulado a última hora del martes con el concurso de 12 oficialistas y tres opositores -vituperados ayer de "traidores" y "asquerosos" por sus correligionarios- demandó todo el apoyo para el presidente izquierdista Evo Morales. "Esta vez los bolivianos no sólo tenemos que apoyar a un presidente, al Gobierno, tenemos que apoyar a nuestro país", demandó exultante Ramírez.
Pero la oposición, que vio en la actitud tránsfuga de los congresistas una burda maniobra política del gobierno, reaccionó con virulencia a la aprobación de la ley de tierra, lo que puede profundizar aún más un enfrentamiento que también se libra por el control de la Asamblea Constituyente y por un proyecto de fiscalización a los gobernadores. De hecho la oposición llamó "a la resistencia civil pacífica" contra la política oficial, resistida por cinco de los nueve gobernadores, y las influyentes organizaciones civiles y empresarios agropecuarios de ocho departamentos.
Los departamentos orientales del país, enfrentados con Morales casi desde el comienzo de su mandato y donde la ley de tierras tendrá su mayor aplicación, expresaron su molestia con la ley. "El MAS (partido oficialista) ratificó una vez más la vieja práctica política, pues acaba de comprar a tres senadores opositores que han traicionado a sus regiones y sus electores", dijo Luis Baldomar, asesor de la Confederación Nacional de Agropecuarios (Confeagro).
Baldomar calificó de "engendro de la corrupción" la nueva ley. "Abiertamente el presidente Morales ha convocado a los movimientos sociales a pasar por encima de las leyes y la propia Constitución Política del Estado, eso es muy peligroso para la democracia", denunció Mauricio Roca, presidente de Confeagro.