VIEDMA (AV)- Un grupo de niños y jóvenes con capacidades diferentes pudieron recuperar ayer su centro de actividades recreativas que habían perdido dos años atrás.

El retorno a este tipo de actividades de contención se concretó a partir de la inauguración del Centro de Día de la Mutual Vivir merced a un aporte oficial de unos 50.000 pesos.

En la vivienda adaptada con todas las comodidades tendrán ahora la posibilidad de conseguir como objetivo el más adecuado desempeño en su vida cotidiana.

Los profesionales de la entidad buscarán otros logros como la máxima independencia personal de cada beneficiario, adquirir hábitos sociales tendientes a la integración social, insertarse adecuadamente en el seno familiar o institucional, desarrollar tareas ocupacionales de acuerdo a sus posibilidades y aptitudes para alcanzar en cada caso el mayor nivel de desarrollo posible.

El presidente de la mutual, Rafael Montes, se mostró orgulloso durante el acto inaugural por concretar "un viejo emprendimiento que teníamos en carpeta" y con esta nueva estructura "ya tenemos gente en lista de espera".

A su turno, el titular del Consejo Provincial del Discapacitado, Juan Pablo Benito, consideró como "muy importante que en la agenda del gobierno figure la discapacidad.

Al corte de cintas asistieron los ministros de Salud, Adriana Gutiérrez, y de Familia, Alfredo Pega.

El centro estará coordinado por la médica fisiatra, Cristina Marcó, una especialista en rehabilitación.

El edificio albergará a una treintena de personas, quienes en su mayoría provienen de un centro de día que fue cerrado durante 2004 como consecuencia de una serie de controversias internas registradas en la mutual AMER. El equipo de especialistas tiene previsto incorporar a adultos que sufren algunos trastornos.

La mutual viedmense cuenta con una trayectoria de 15 años ofreciendo servicios integrales de rehabilitación en otro edificio cercano. La atención está a cargo de fisiatras, kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicopedagogos y terapistas ocupacionales.

Paralelamente, fue creado el Hogar Juan Paredes destinado a 43 niños y jóvenes, con vulnerabilidad social y discapacidad leve y moderada, con un enfoque integral de su problemática abordándola desde distintas intervenciones que tratan de mejorar su calidad de vida. Allí se les brinda capacitación en oficios, control sanitario y alimentación.

Durante el año anterior la conducción mutualista presentó una propuesta de trabajo ante el Plan Manos a la Obra para constituirse en una organización que entregue subsidios a Emprendimientos Productivos Familiares y Unipersonales. Fue así que un año atrás se firmó con la Nación un convenio que permitió recibir un primer desembolso de 1.500 pesos a fin de adquirir insumos y herramientas.

Las tareas institucionales cubren las necesidades de unas 400 personas anualmente, entre casos leves y severos, aunque las historias clínicas reunidas con los años superan las 1.200.