NEUQUEN (AN).- Vecinos del sector Bella Vista del barrio Cuenca XV denunciaron ayer una demora excesiva en el plazo de construcción de las viviendas comprometidas por la Agencia de Desarrollo Urbano Sustentable (ADUS). Se trata de una docena de familias que fueron afectadas por un incendio y que desde septiembre viven en un precario salón comunitario a la espera de la finalización de las casas.
"Las casas tenían que terminarse a mediados de octubre y todavía algunas no tienen techos y no nos saben decir cuándo van a estar terminadas", reclamó Luz Muñoz, la voz cantante de los vecinos. Las doce viviendas en cuestión fueron un compromiso asumido por el titular de la ADUS, José Luis Falleti, después de que el 1 de septiembre un voraz incendio destruyera doce casillas donde vivían estas familias que desde el 2002 esperaban la construcción de sus viviendas.
De acuerdo con el acta firmada a principios de septiembre las casas debían estar terminadas en 45 días, plazo que venció el 21 de octubre pasado.
"Pasó octubre y noviembre, y las casas están sin terminar, seguimos viviendo todos amontonados y lo peor es que las construcciones son más chicas de lo acordado", señaló Marcela Burgos, otra de las afectadas.
Los vecinos realizaron ayer una protesta en el predio donde se construyen las casas para exigir una pronta finalización de las obras. Fueron asistidos por la arquitecta a cargo de la construcción, que se negó a dar su nombre pero aseguró que "las casas van a estar terminadas cerca del 21 de diciembre".
Los vecinos explicaron que las viviendas en realidad están conformadas por una habitación y el baño y detalló que son de 4 por 4,8 metros. "En la habitación no entra más que una cama, y ni siquiera tenemos cocina", agregó Raúl Cerda.
Desde septiembre ocho familias permanecen alojadas en el salón comunitario del barrio, adonde 15 adultos y 15 niños padecen la falta de agua, de baños y de calefacción. "No tenemos agua porque el tanque se rompió y nunca construyeron los baños así que nos tenemos que bañar en un fuentón y calentando el agua en ollas", explicó Burgos.
La preocupación de los vecinos se debe además a que habría falencias en su construcción. "Los empleados que tomaron parece que no son entendidos porque demoran mucho, desperdician mucho y han tenido que desarmar paredes porque las habían hecho mal", aseguró Muñoz.
La vecina indicó que "nos subieron el crédito que tenemos que pagar de 30.000 a 38.000 pesos".
La mujer protestó porque "acá hay gato encerrado".
"Las casas que están haciendo son más chicas de lo que debían ser pero el crédito que tenemos que pagar es más caro y parece que los servicios también los vamos a tener que pagar nosotros", dijo entre la indignación Muñoz.
