NEUQUEN (AN).- Jorge Sapag dice que acaba de pasar con éxito la semifinal pero advierte que el último partido recién se jugará el año próximo y que no "hay rivales chicos" en la cancha. También afirma que el 10 de diciembre de 2007 termina la etapa de Jorge Sobisch y empieza otra; y asegura que no está organizando "un proyecto de clan" para gobernar sino que trabaja en una propuesta para terminar "con los personalismos".

Sapag llegó a la entrevista que ayer mantuvo con "Río Negro" con marcadas huellas de cansancio en el rostro. Había dormido dos horas y pactado muchas entrevistas. Estaba en los medios desde muy temprano.

- Por lo que usted dice, ¿Sobisch fue?

- No lo quiero decir así. Es un recambio. Sobisch termina su mandato en diciembre de 2007 y se termina una etapa pero empieza otra. No es una descalificación, es historia pura.

- ¿Entonces ahora se inaugura en el MPN la etapa del liderazgo de Jorge Sapag?

- El MPN nació antipersonalista en su concepción, pero después de hizo personalista y tiene que volver a su fuente. Hay que terminar con los personalismos. Aspiro a una conducción en equipo porque creo en los liderazgos compartidos.

Sapag no quiere hablar del renacimiento del sapagismo porque dice que no le gustan los "ismos". En general se siente más cómodo con definiciones menos taquilleras.

El candidato a gobernador del MPN volvió a pedir elecciones desdobladas de las nacionales. "Aspiro a que no se nacionalice la elección provincial y que se adelanten a setiembre. El MPN tiene algo muy importante que defender y es el gobierno de la provincia", sostuvo el nuevo referente del partido provincial.

El hijo del ex senador Elías y sobrino de Felipe Sapag aseguró que en su propuesta de gobierno "no hay un esquema de clan" como plantearon algunos dirigentes de su partido. "No creo en los gobiernos de familiares y amigos. Hay que poner gente idónea", dijo.

- ¿Cómo queda el MPN después del domingo?

- El partido quedó movilizado. Hay frustraciones y hay que tratar de contener a los que perdieron y los que ganaron deben ser humildes en el triunfo. No se ganó la final, esto fue una seminal. Y el partido final se juega con el MPN completo y muy armado, sin fractura, sin divisiones.

- ¿Quién hará esa tarea?

- Estoy preocupado por el tiempo que le pueda

dedicar Jorge Sobisch a la presidencia del partido. Debería dedicarle mucho tiempo porque habrá que tomar decisiones muy importantes. Debe haber diálogo para que no haya roces. El silencio puede provocar desentendimientos.

- ¿Cómo será la transición hasta que Sobisch deje el gobierno?

- Hay que diferenciar el partido del gobierno. Hoy el partido tiene un desafío. El MPN debe ganar las elecciones y el gobierno debe seguir gobernando. Lo que pretendo es que haya un gobierno que genere un buen escenario hasta 2007, saludable, que no haya conflictos, que se cumplan los objetivos, las promesas. El gobierno no le debe complicar la vida al partido y el partido no debe complicársela al gobierno.

En la entrevista Sapag sostiene que no se deben repetir "los errores del pasado". Diferencia los de gestión de gobierno de los partidarios. Para el partido propone crear una escuela que capacite nuevos cuadro políticos y una política de apertura.

- ¿Y cuáles serían los errores de gestión?

- Hay que reconstruir nexos de diálogo y la paz social con una red articulada de acción.

-¿Está afectada la paz social en Neuquén?

- Está afectado el diálogo y queremos reconstruir la mesa de diálogo, de los consejos de concertación, planificar con los gremios estatales las acciones sin improvisar. No podemos estar discutiendo en febrero o en marzo los temas que se pueden discutir durante todo el año. No hay que esperar a que el conflicto estalle para resolverlo. Es lo nuevo que queremos encarar.

-¿Hay que reconstituir la institucionalidad en la provincia?

- Hay que fortalecer las instituciones para estar más cerca de la gente.

- ¿Quedaron dañadas con el paso de Sobisch?

- Desde 2001, el ciudadano las ha puesto en observación y Neuquén no es la excepción. Estamos en observación y para recuperar la confianza hay que tener programas y comunicarse con la gente.