Lunes 27 de Noviembre de 2006 Edicion impresa pag. 27 > Internacionales
Adalid del nuevo socialismo

Rafael Correa, quien ganó la presidencia de Ecuador ayer, es un economista de izquierda y duro crítico de Estados Unidos, que aspira a gobernar bajo la influencia del nuevo socialismo que según él encarna su amigo el venezolano, Hugo Chávez.

El ex ministro, de 43 años, que ganó en segunda vuelta con una ventaja promedio de 14 puntos sobre el magnate de derecha Alvaro Noboa, debió moderar el discurso radical del primer turno -cuando llamó "torpe" al presidente George W. Bush-, para disipar el miedo que propagó su rival, quien lo llama "Diablo comunista".

De origen cristiano, voz estentórea y fama de seductor, Correa asomó en la política en un momento de ebullición, cuando miles de ecuatorianos decepcionados expulsaron del poder al mandatario Lucio Gutiérrez en abril de 2005.

El hasta entonces profesor universitario, casado y padre de tres hijos, fue invitado por el nuevo gobierno para manejar las finanzas del Estado, cargo en el que labró la imagen de rebelde con corbata -aunque dice odiarlas-, enemigo del neoliberalismo y nacionalista bolivariano. Durante los 106 días que ocupó el Ministerio de Economía, Correa modificó una ley para la inversión de recursos petroleros, retó a los organismos multilaterales, habló duro contra Estados Unidos y conoció a los mandatarios "amigos" con los que sueña sintonizar: Chávez, Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva. Pero en el intento por acercarse al líder venezolano perdió su puesto en el gobierno.

Del gobierno salió casi en hombros. Su discurso "anti establecimiento", la convicción de que antes que al mercado la economía debe servir al ser humano, y su arrollador carisma lo pusieron en carrera hacia la presidencia. (AFP)

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