BUENOS AIRES (ABA).- Finalmente se dará lo que anticipó en sus análisis el sociólogo K, Torcuato Di Tella: habrá una coalición de centroderecha y otra de centroizquierda en la compulsa del 2007. Pero con un agregado que viene con incógnitas: ¿quién se quedará con la patente de progresista?. ¿No tendrá el presidente que retomar las riendas del peronismo, al no poder presentarse como una opción antagónica frente a posiciones más conservadoras?

Hubo dos contactos en la última semana entre dirigentes del ARI y del Partido Socialista en el que se avanzó hacia una idea de coalición para las elecciones nacionales de año próximo.

El último encuentro fue directamente protagonizado por la diputada Elisa Carrió que recibió, en su departamento de Recoleta, al titular del PS, el senador Rubén Gustiniani.

Dos factores habían condicionado la relación política entre ambos sectores. Uno fue la política de despenalización del aborto que impulsan algunos legisladores socialistas a la que se opone, de forma categórica, la ex radical. Decidieron sobre este punto no avanzar con ninguna iniciativa que altere la convivencia política parlamentaria.

La otra rispidez pasa por los fuertes personalismos que encarnan Carrió y el santafesino Hermes Binner , ambos con la relación congelada a partir de diferentes criterios de cómo ser opositores. Aunque ayer Carrió empezó a darle nuevas señales.

El ex intendente socialista de Rosario quiere pararse como un opositor moderado frente al gobierno nacional, en su estrategia de ir por la gobernación de su provincia, mientras que la líder arista es una crítica implacable de Kirchner.

De todas maneras en los últimos tiempos Binner se vio atacado con virulencia por sectores peronistas y posibles candidatos por el Frente de la Victoria , como Rafael Bielsa y el titular del bloque oficialista Agustín Rossi , por lo cual debió endurecer su discurso.

Pese a estas dificultades de personalismo, el PS es el único partido orgánico que sobrevive en sus procedimientos transparentes y articulados , por lo que los primeros contactos dieron como resultado avances firmes en una coalición con el ARI.

Hay una tercera pata en esta virtual alianza de centroizquierda que produce por ahora mas ruidos que ventajas , y es el sector radical que no cierra con Roberto Lavagna ni con Néstor Kirchner.

La pata radical es la encabezada por Margarita Stolbizer, secretaria política del partido, que desde un comienzo se opuso a la coalición con el ex ministro Lavagna, que encaminan Raúl Alfonsín y los jefes de bloque parlamentario , Ernesto Sanz y Fernando Chironi, entre otros .

La tensión se cargó un reciente jefe partidario como el mendocino Roberto Iglesias , que debió renunciar desautorizado por los radicales pro Lavagna , que sin recibir la venia orgánica mantuvieron contactos en procura de cierre de acuerdos.

Ahora a principios de diciembre un Congreso radical nombraría nuevo titular del partido al jujeño Gerardo Morales , pero dicen que Margarita trabaja para dejar sin quórum la reunión. También se especula con una nueva ruptura.

El conventillo radical exaspera a Carrió que al mismo tiempo ha decidido salir a la captura de los votantes con boina blanca, pero no está convencida de la conveniencia de avanzar cobre un acuerdo con la porción que se quede por fuera de la estructura partidaria.

A la vez , el socialista Binner está amortiguando presiones del radicalismo santafesino que quiere imponerle un candidato a vice en la formula por la gobernación.

La mayoría de los encuestadores coinciden en que una alianza de centroizquierda fraccionaría más el voto opositor, salvo que Ricardo López Murphy arregle un acuerdo programático republicano con este sector .

"Lilita" lo rescata al titular de Recrear en un contexto de alianzas de "conductas".

El problema lo tiene entre sus propia tropa que se alborota de solo pensar en compartir una campaña política con el ex ministro de defensa de la Alianza que quiso llevar adelante una baja de salarios por aquella época.

"Nos preocupa además que la sociedad vea la misma foto que en el gobierno de De la Rúa , es decir un rejunte para ganarle a...", se confesó un referente del ARI ante "Río Negro".

Al gobierno no tiene grandes preocupaciones electorales a la vista, aunque quedaron expuestas sus propias debilidades desde Misiones en adelante. El rompecabezas opositor es por ahora como una sábana corta que siempre deja una parte a la intemperie.

HORACIO CARIDE