SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El municipio reforzó los controles rutinarios de tenencia y comercialización de pirotecnia para evitar el acopio y venta clandestina de este tipo de mercadería que se registra todos los años cuando se acercan las celebraciones navideñas.

En Bariloche está prohibida la fabricación, tenencia y comercialización de todo tipo de elementos de pirotecnia desde 1996. La medida, que busca preservar la integridad física de las personas y el patrimonio natural, se instrumentó mediante la ordenanza 676 que penaliza a los infractores con multas, decomiso de la mercadería y la clausura del local comercial en caso de reincidencias.

La única excepción contemplada en la norma es la realización de grandes espectáculos de fuegos de artificio "destinados a entretenimientos de la comunidad o conmemoración de eventos especiales" que deben contar con una autorización específica del Ejecutivo Municipal.

En cumplimiento de la ordenanza, la dirección de Inspección General decidió fortalecer la revisión de los vehículos que ingresan a la ciudad con controles estrictos en el puesto sanitario.

Con esta medida se busca prevenir el transporte clandestino de mercadería, en mayor o menor escala.

En la ciudad no existen fábricas ni laboratorios clandestinos -hasta la fecha al menos- que elaboren este tipo de elementos y casi todo el material decomisado fue introducido por vía terrestre por particulares con fines comerciales o por estudiantes en viaje de egresados.

La prohibición rige durante todo el año pero los controles se intensifican entre noviembre y diciembre en respuesta al aumento de las compras que se producen con las fiestas de fin de año.

Esta tendencia se acentuó en los últimos años con la radicación de un número significativo de familias procedentes de las grandes ciudades del país, donde es tradicional el uso de petardos, bengalas y fuegos de artificio.