BUENOS AIRES (Télam).- Especialistas médicos avalaron ayer la posibilidad de que los pacientes puedan realizar ejercicios físicos en la propia sala de diálisis y mientras dura la sesión, para mejorar su calidad de vida.

Un informe elaborado por el centro de terapias renales Fresenius precisó que el ejercicio físico que realizan los pacientes a los que se le practican diálisis, los ayuda a disminuir los factores de riesgo cardiovascular.

La especialista Marta Lugo, quien implementa programas de rehabilitación y calidad de vida en enfermos renales, precisó que esos pacientes "realizan una actividad moderada, en la que trabajan los músculos en estrecha vinculación con los médicos". Lugo indicó que "la inclusión de actividad física mejora notablemente el estado de ánimo de las personas que están en tratamiento".

En ese sentido, agregó que "baja la hipertensión, mejora todas las variables que tengan que ver con el aparato cardiovascular, el respiratorio, y la pérdida de masa muscular, que es otro de los grandes problemas de muchos de los pacientes en diálisis".

En la Argentina hay 23.000 personas cuya sobrevida depende de la concurrencia periódica y regular al tratamiento de diálisis. Ese procedimiento tecnológico, sustituye la función depuradora de la sangre que en las personas sanas cumplen los riñones. La llegada a diálisis supone un grado avanzado de la enfermedad renal crónica.