Domingo 26 de Noviembre de 2006 Edicion impresa pag. 54 > Deportes
Argentina, derrota obvia y milagro necesario

El seleccionado argentino de voley sufrió una previsible caída por 3-0 ante Rusia, el subcampeón del mundo, en el comienzo de la segunda fase del Mundial de Japón. El partido, jugado en la noche del viernes, fue siempre ampliamente favorable a los europeos: 25-18, 25-20 y 25-14 en una hora y 10 minutos de juego. Argentina jugaba anoche el segundo partido de la fase clasificatoria para semifinales ante Serbia, que se mantiene aún invicto en el Mundial y al que deberá ganarle para seguir con chances, todo un milagro.

El opuesto y capitán ruso, Semen Poltavsky, fue el máximo anotador del juego con 19 puntos (18 de ataque y uno de saque), mientras que Gustavo Scholtis y Alejandro Spajic aportaron diez tantos cada uno en el equipo de Jon Uriarte.

La principal arma ofensiva argentina, el opuesto Marcos Milinkovic, tuvo un modesto desempeño con 8 puntos de saque. Los misiles lanzados por los rusos desde el servicio fueron la clave de un triunfo inobjetable, ante el que la Argentina sólo pudo oponer una postura digna. Con ese recurso, los subcampeones del mundo siempre fueron desequilibrantes y marcaron la tendencia del juego.

La potencia del saque rival generó complicaciones en la recepción de la defensa argentina y ello hizo casi imposible la chance de contraatacar. El cierre del partido mostró una diferencia abismal en todos los conceptos del juego (saque, bloqueo y ataque) y una superioridad psicológica muy marcada que posibilitó el lucimiento del seleccionado ruso.

Ahora Argentina depende de dar el gran golpe ante Serbia, una historia que comenzó a escribirse anoche.

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