VIEDMA (AV)- Unas 200 personas marcharon ayer para pedir justicia por la muerte de Verónica Díaz. Al reclamo se sumaron otros padres de Roca y Carmen de Patagones. Todos unidos por el mismo dolor irreparable que significa la muerte de un hijo, en distintas circunstancias y que aún no se han determinado los responsables de esas muertes y por ende las sanciones que les corresponden.
Entre los padres se encontraban Carlos Pablo y su esposa Sonia, de Roca quienes perdieron a su hijo por una presunta mala praxis; Olga Sánchez de Roca; los padres de Belén también de esa ciudad y los de Federico Ponce, uno de los chicos del colegio Islas Malvinas asesinado en la denominada masacre de Patagones.
La marcha por Verónica no se realizó en esta oportunidad el 23 en coincidencia con la fecha de su muerte sino un día después para facilitar el arribo de los padres de otras localidades rionegrinas que quisieron acompañar en esta oportunidad a la familia Díaz al cumplirse un año y once meses de la muerte de la joven viedmense que recibió una inyección de hierro Yectafer adulterada.
Graciela, la mamá de la joven, agradeció el acompañamiento de otros padres "que llevamos juntos este dolor y que muy pocos comprenden", así como al resto de las personas que participaron ayer conformando una de las marchas por Verónica más numerosas de este año.
La concentración fue en la plaza Alsina, frente a la catedral de Viedma, donde se sumó el obispo Esteban Laxague. Varios jóvenes -familiares y amigos de Verónica- vestían remeras con una fotografía impresa de la joven en la delantera y la inscripción "te llevaremos siempre en nuestro corazón" en la espalda. Otros portaban globos blancos y antorchas, además de pancartas con la fotografía de Verónica y carteles pidiendo justicia.
Los globos quedaron como símbolo del paso de la marcha frente al hospital Zatti que luego continuó el recorrido por las calles céntricas para finalizar frente al Ministerio de Salud y la sede del Superior Tribunal de Justicia.
Frente al hospital, Nicolás Díaz destacó que "queremos un hospital confiable que defenderemos hasta la muerte, donde también podamos entregarnos con total confianza a sus profesionales".
El padre de la joven confirmó también que desde hace unos días se hizo cargo de la investigación de la muerte de Verónica el juez federal Norberto Oyarbide con quien se entrevistarán una vez que se interiorice del expediente.