SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- El intendente Alberto Icare anunció ayer su pedido de licencia de treinta días por razones de salud, flanqueado por el secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, y el presidente del Concejo, Marcelo Cascón, quien lo reemplazará en el cargo.

En ambos casos fueron gestos significativos. La presencia de Fourés sirvió para confirmar que había revisado la renuncia "indeclinable" presentada el día anterior a modo de presión para que el intendente "se cuide en serio".

Y la silla reservada a Cascón buscó ofrecer una imagen de continuidad institucional y relaciones armónicas, de las que muchos dudan a partir del abierto rol opositor que el edil radical cultiva desde hace algunos meses.

Además del resto del gabinete -que los rodeaba de pie- las otras tres sillas de la primera fila fueron asignadas al secretario de Hacienda, Darío Barriga; el de Obras Públicas, Juan Carlos Alvarez, y la secretaria general del SOYEM, Graciela Bedini, lo cual ratifica que a partir de la consolidación de su vínculo con el intendente, el gremio municipal funciona como un actor más en la mesa chica de gobierno.

Icare explicó que en la decisión de tomar licencia fue determinante el consejo de los médicos que lo tratan de su diabetes. Dijo que lleva 25 días bajo tratamiento de diálisis, lo cual le produjo una marcada debilidad.

El intendente se mostró físicamente disminuido. Habló con lentitud y en algún momento quedó al borde de las lágrimas. Fue cuando dijo con semblante transido que sólo tenía "palabras de agradecimiento" para todos los que se preocuparon por su salud.

Ante las consultas sobre su candidatura a la reelección, Icare evitó las definiciones. "Quiero ser lo más sincero posible: yo no cometería la torpeza de postularme si no estoy en condiciones físicas", fue su respuesta más explícita. Advirtió también que en el caso de que declinara la postulación, "en el Frente para la Victoria hay buenos candidatos". Dijo de inmediato que no cometerá "la locura de insistir" en la búsqueda de un nuevo período si su salud no se recompone.

Le preguntaron qué ocurriría si los médicos le permiten volver a la política pero su familia dice que no. Icare dijo que su familia acompañará lo que él decida.

Fourés, por su parte, hizo una exaltación de la unidad del gobierno y sostuvo -citando a Alejandro Dolina- que "un equipo de amigos si no es imbatible, por lo menos se banca más las derrotas".

Dijo que en el gabinete, además de funcionarios todos son amigos del intendente y para ellos "la salud de Icare es una cuestión de Estado, pero también una cuestión personal". Sostuvo que "si el intendente no se cuidaba personalmente", no sólo lo haría él sino el resto del gabinete tenían decidido renunciar. "Esto en jerga criolla se llama apretada", dijo Icare entre risas.

Si bien contenidas por la incertidumbre y por el respeto a la situación de Icare, comenzaron a circular ayer mismo algunos nombres alternativos para la candidatura a intendente por el FpV.

Desde SUR deslizaron los nombres de Barriga, la presidenta de la Convención Constituyente, Arabela Carreras, y la secretaria de Turismo, Alicia Longoni.

En tanto que el PJ sondearía la posibilidad de avanzar con el abogado Rodolfo Rodrigo y la concejal Silvina García Larraburu. Esta última descartó ayer la opción de reemplazar a Icare, porque su compromiso es presentarse "como primera legisladora, para representar desde allí los intereses de Bariloche".