CORDOBA (Télam).- El fiscal de la Cámara del Crimen de la ciudad cordobesa de Villa Dolores, José Luis Cerioni, solicitó ayer la pena de ocho años de prisión para la joven María Elizabeth Díaz, a quien consideró culpable del asesinato de su hija recién nacida, pero con atenuantes por haber sido presuntamente víctima de abusos.
La acusada, que tiene 19 años y es muy apreciada en su pueblito, donde destacan su timidez y corrección, denunció en el tramo final del juicio oral al que es sometida por el filicidio, que era abusada desde hace 10 años por un empresario que fue detenido el jueves por el caso.
Díaz no dudó en señalar al empresario Arturo Benavídez, quien frecuentemente la llamaba para que realizara tareas domésticas en la vivienda que habita con su esposa e hijos en la vecina localidad de San Javier, como el autor de los abusos y de ser padre de la criatura que ella asesinó.
Esta confesión, que fue divulgada por distintos medios de comunicación, motivó la inmediata intervención de oficio del fiscal de Instrucción Emilio Andruet, quien dispuso detener e imputar a Benavídez por abuso sexual reiterado con acceso carnal.
Paralelamente, ordenó exhumar el cadáver de la bebita recién nacida para extraer restos óseos que serán enviados a un laboratorio junto con una muestra de sangre del acusado, para hacer análisis de ADN.
En cuanto al juicio contra Díaz, en el expediente consta que todo se remonta al 8 de febrero del corriente año, cuando la joven fue encontrada ensangrentada en el baño de la casa de Benavídez.