NEUQUEN (AN).- El ex dueño de corralón Limay, Hermes Sittner, fue condenado ayer a cinco años y seis meses de prisión por ser considerado organizador de una asociación ilícita para cometer las estafas ocurridas hace siete años en esta capital y otros puntos del país por cerca de 2 millones de pesos. Si el fallo queda firme, irá a prisión.

La resolución la emitió ayer en forma unánime la Cámara Primera que también condenó a Roberto Sevani y Sergio Faiad, ex apoderado y ex accionista del corralón respectivamente, a tres años de prisión en suspenso por haber actuado como miembros de la asociación ilícita y cometer estafas reiteradas (este último cargo no recayó sobre Faiad).

El tribunal impuso además una pena de uno y dos años de prisión en suspenso a los hermanos Eduardo y Miguel Ormazábal, a los que culpó de ser partícipes necesarios de una estafa.

Así quedó cerrada la causa originada a mediados de 1999, cuando los cheques que había entregado corralón Limay a distintos proveedores de esta capital y otros puntos del país, comenzaron a ser rechazos y desataron el escándalo.

Los demás imputados, Manuel Ormazábal, Rosana Albarracín y María Beatriz Jury, fueron absueltos. Los fiscales Alfredo Velasco Copello y Richard Trincheri los habían acusado de actuar como miembros de la asociación ilícita, pero la Cámara rechazó la imputación.

Los jueces señalaron que "se encuentra acreditado que Sittner, Sevani y Faiad, entre otros, formaron parte de una banda destinada a cometer delitos...".

Las condenas se desprendieron de la denominada "causa principal", que surgió por la emisión de cheques sin fondos para comprar diversos bienes, y de la "causa de la carne" que abarcó el traspaso a corralón Limay de una

deuda que Eduardo Ormazábal mantenía con un frigorífico de Buenos Aires. Para la justicia:

* Sittner: "fue uno de los organizadores, siempre estuvo en los momentos decisivos de la planificación de las maniobras".

* Sevani: "su actuación como apoderado de Corralón Limay" entre otros aspectos, "es un indicio unívoco y concordante de que tenía conocimiento de las finalidades delictivas de la asociación".

* Faiad: "se encontraba en conocimiento de la finalidad delictiva de la organización (...) Encontrándose en el local donde se gestaban las operaciones no podía ignorar las características delictivas de las mismas...".

* Eduardo Ormazábal: El fiscal lo había acusado de asociación ilícita, pero los jueces discreparon "por cuanto no se dan los supuestos típicos en su conducta". Lo condenaron "por su participación en la operación de la venta de carne". Lo mismo para su hermano Miguel.

La secuencia de los hechos, según la justicia, fue la siguiente: antes de que estallara el escándalo, Sittner cedió sus acciones a Faiad que era conocido suyo; luego éste hizo lo mismo con Sevani, quien figuraba como apoderado. Se hicieron las compras de materiales por volúmenes muy superiores a los habituales, y luego los cheques no se cancelaron.

En forma simultánea, Sittner se contactó con los hermanos Ormazábal, quienes le cedieron al corralón la deuda que tenían con el frigorífico por compra de carne. Limay no canceló los 300 mil pesos de pasivo y se endeudó en otros 200 mil que tampoco fueron pagados.