BUENOS AIRES (ABA).- Por unanimidad, la mesa ejecutiva de la Unión Cívica Radical aceptó la renuncia a la presidencia del partido de Roberto Iglesias y por amplia mayoría fijó el 1 de diciembre como fecha en la que se elegirá la nueva conducción partidaria.

Pero más allá de ambas decisiones, en la trastienda apareció un sutil guiño hacia los mandatarios radicales cercanos al gobierno nacional.

En forma reservada, varios dirigentes indicaron a este cronista que a partir de lo ocurrido en Misiones y de la posible candidatura presidencial de la senadora Cristina Fernández de Kirchner los gobernadores radicales ahora "no son tan K". "Puede verse en el giro que está tomando el discurso del ultrakirchnerista (Julio) Cobos", apuntó una fuente del partido centenario.

En ese nuevo esquema la figura de Iglesias (quien había pregonado hasta la expulsión de los gobernadores díscolos) parecía imposible de mantener.

La secretaria del partido Margarita Stolbizer quedó como disidente al intentar postergar el plenario hasta después de una convocatoria a los gobernadores cercanos a la Rosada para sumarlos al debate; sin embargo quienes votaron a favor de anticipar dicho plenario dejaron la puerta abierta como para incorporar luego a los mandatarios provinciales remisos.

Si bien el actual presidente a cargo del partido, el chaqueño Mario Jaraz, reconoció que el único nombre lanzado para sustituirlo es el del senador jujeño Gerardo Morales, hay quienes apoyan la idea de no votar una nueva conducción y extender el mandato de Jaraz. Esa es la tesitura apoyada por varios referentes de la UCR más allá de Stolbizer.

La diferencia medular entre ambos es que mientras Morales sería la punta de lanza del apoyo radical a la candidatura de Roberto Lavagna (habría una reunión crucial entre ambos por estas horas), Jaraz defiende la posibilidad de un candidato propio que podría ser el ex mandatario de su provincia Angel Rozas quien simbolizaría la renovación frente a la influencia que sigue teniendo el ex presidente Raúl Alfonsín y el alicaído radicalismo bonaerense.

Lo indescifrable de la situación interna del partido centenario se expresa, por ejemplo, en la condición de su vicepresidente segundo Ricardo Daives presente ayer en el debate.

Daives es nada menos que el ministro de Justicia de Santiago de Estero cuyo gobernador es el hiperkirchnerista Gerardo Zamora.