KATHMANDú (Télam).- El gobierno de coalición nepalés y la insurgencia maoísta que luchó con las armas contra la monarquía firmaron ayer un acuerdo de paz tras una década de conflicto, con la perspectiva de comicios en 2007 en los que el electorado decidirá la continuidad o no del rey.
"Este día marca el fin de un decenio de conflicto en el país, y el fin de un sistema feudal que se remonta a 238 años", declaró después de la firma el líder de los maoístas, Prachanda. Por su parte, el primer ministro de Nepal, Girija Prasad Koirala, agradeció "a Prachanda por haber contribuido a encontrar una solución pacífica". "Nepal entró ahora en una nueva era y abrió sus puertas a la paz. Ahora debemos trabajar conjuntamente para hacer que este acuerdo siempre sea más rico en contenidos", dijo Prasad. El acuerdo abarca un permanente cese el fuego, la deposición de armas y la formación de un gobierno interino del cual formarán parte los rebeldes. El nuevo parlamento estará constituido por 330 bancas, de las cuales 73 están reservadas a los maoístas. El gobierno interino deberá garantizar las nuevas elecciones y a la formación de una asamblea constituyente que definirá la estructura institucional.