NEUQUEN (AN).- “¡Salta, salta, salta, pequeño canguro, salimos a la calle por nuestro futuro!”.

Unos dos mil pibes marcharon ayer en esta ciudad por el aniversario de la declaración universal de los derechos de la niños y mostraron que los mismísimos cantos de las temibles barras de fútbol pueden utilizarse civilizadamente para pedir un mundo más justo, sin más amenazas que el reclamo de justicia.

Al calor de la tarde -¿será conveniente que los chicos estén a pleno sol desde las tres hasta las seis?- la caminata inundó primero la calle San Martín, luego Olascoaga y finalmente Mitre hasta el Parque Central en medio de cánticos como el del canguro o el que avisa que los derechos “están todos torcidos”.

Fueron 20 escuelas y ocho talleres que sumaron color al calor para sumar a 2000 personas en el centro neuquino.

Este año, este grupo que ha defendido a pura pasión los dictados de la ley 2.302 -inspirada en los derechos del niño- invitó con la siguiente consigna: “Juguemos, me hace bien” y sobre todo reclamó que la distribución sea más justa. Fue en esa línea que se expresó por ejemplo el obispo de Neuquén Marcelo Melani, quien desde que llegó a esta provincia ha estado en todas las marchas que se realizaron.

“Que no los (sic) maltraten y que e cumplan nuestro derechos”, expresaron los chicos de la escuela 296 a través de un volante bien casero que fue entregado a “Río Negro! por Juan Manuel, un chico de tercer grado y de nueve años.

-¿Se cumplen o no los derechos de los chicos? -le preguntó este diario.

-Más o menos, más o menos, nomás -respondió el pibe antes de asegurar su lectura del diario del día de la fecha.

La marcha, organizada por la pastoral social del Obispado, tuvo algunos contratiempos y escaso apoyo de las autoridades, provinciales y municipales. Por caso, pidieron colectivos gratis para los chicos, como los hubo cuando llegó el presidente Kirchner o como lo hay en cada aniversario de la ciudad o en el día del niño. Pero no lo hubo. Tampoco se pudieron colocar carteles en los colectivos de la empresa que cumple el servicio de transporte urbano y menos aún se consiguieron botellitas de agua para entregar al cabo de la caminata. Igual, la marcha fue un éxito y tuvo a niños de los barrios y del centro. Estuvieron los que piden por un patio en la escuela, los que advierten sobre el hambre y hasta los excluidos  de sus propias familias.