BUENOS AIRES (DyN)- Los restos de Saúl Ubaldini, el histórico jefe de la CGT durante los años ochenta, fueron velados ayer en el salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados, transformado en el centro de una peregrinación de los funcionarios, sindicalistas y políticos que fueron a despedir al sindicalista.
Ubaldini murió antenoche, a los 69 años, como consecuencia de un cáncer de pulmón. Tras el adiós en el Congreso, sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Chacarita.
El salón de los Pasos Perdidos es el lugar destinado al velatorio de los legisladores. Ubaldini fue diputado por el justicialismo entre 2001 y 2005.
Su hijo mayor, Saúl Edolver, llegó por la mañana a la Cámara de Diputados para asistir a los preparativos. Allí dijo que en los últimos momentos de su vida su padre parecía "estable, pero sabíamos que iba a producirse un conflicto con la parte respiratoria, que se fue complicando el domingo hasta su deceso".
Enseguida, los familiares pidieron a la prensa que mantenga distancia de la capilla ardiente y advirtieron que sólo iban a permitir el acceso a familiares y allegados. Para ello, los empleados de la cámara corrieron los cortinados que separan al salón de los Pasos Perdidos.
Poco antes de las 10 comenzó el trajinar de personalidades políticas y sindicales que se acercaron para rendir homenaje.
El titular de la secretaría Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, le llevaron a los deudos el pésame del presidente, Néstor Kirchner.
Decenas de coronas fueron llevadas hacia la capilla ardiente, entre ellas, una personal del actual secretario general de la CGT, Hugo Moyano y su familia. También se acercaron a saludar familiares de Ubaldini, autoridades de ambas cámaras legislativas y diputados nacionales.
Junto a Zannini y Parrilli ingresaron al velatorio, por ejemplo, el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini (FPV), y el vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Daniel Scioli. Scioli precisó que hace poco tuvo una larga charla con Ubaldini durante una visita que le hizo al dirigente cervecero, en la que pudo ver "un gran deterioro físico pero con sus ideas y con sus principios intactos".
Al lugar llegó, además, el ex presidente Eduardo Duhalde
pero sin realizar declaraciones.
Héctor Recalde, diputado y abogado laboralista, destacó a su paso el papel preponderante que tuvo Ubaldini durante la crisis de Semana Santa en 1987 en defensa del gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
De hecho, se especuló con una visita al Congreso de Alfonsín, blanco de 13 paros generales convocados por Ubaldini, pero finalmente no se concretó.
A su vez, el jefe del bloque del Peronismo Federal, José María Díaz Bancalari, también evocó a Ubaldini en su rol de dirigente gremial y apuntó que "dio un paso al costado" en los 90 por la falta de acuerdo la política del gobierno de Carlos Menem.
Entre los últimos en asistir al velatorio figuró el titular de la CGT, Hugo Moyano, quien anunció que en los próximos días se realizará un homenaje en la central sindical. Poco antes de retirar el ataúd, los asistentes lo despidieron con el grito "Saúl, querido, el pueblo está contigo".
