BUENOS AIRES (Télam).- La familia de Hernán Ianonne, el joven de 22 años secuestrado hace cuatro días en José C. Paz, continuaba ayer a la espera de un llamado de los captores sin tomar contacto con los medios de prensa, tal como le exigió la banda como condición para proseguir con la negociación.
Tras pasar el primer fin de semana del cautiverio de Hernán, su familia se encuentra en la vivienda de José C. Paz pegada al teléfono y a la espera de novedades, ya que por el momento no recibió una prueba de vida ni instrucciones precisas de cómo proceder para lograr la liberación del joven. A pedido de los secuestradores, los padres y tíos del joven, que durante los primeros días de iniciada la captura salieron a los medios para pedir su liberación, se llamaron ahora al silencio y aguardan indicaciones. Es que la exigencia fue concreta y bajo amenazas de dañar al cautivo.
En tanto, fuentes de la investigación dijeron que hasta el momento los secuestradores realizaron al menos dos llamados telefónicos, en uno de los cuales exigieron medio millón de dólares como rescate.
Los pesquisas estaban además dedicados a peritar un Renault 19 que los secuestradores utilizaron para llevarse a Ianonne y que abandonaron poco después del hecho en la localidad de Grand Bourg, donde pasaron a la víctima a un Ford Focus, a bordo del cual escaparon.
Los investigadores creen que por las características del hecho, Hernán está en manos de una banda con una infraestructura capaz de mantener a una persona varios días en cautiverio.