RINCÓN DE LOS SAUCES (ARS/ AN).- El presidente y accionista de la empresa de movimiento de suelo OPS, Raúl Cifuentes, fue detenido en Rincón de los Sauces acusado de apuntar con un arma de guerra lista para disparar municiones con punta hueca al rostro de un efectivo policial. Tras declarar en Neuquén, fue liberado pero sigue ligado a la causa.

Cifuentes dijo al momento de su detención que se desempeñaba como funcionario del gobierno nacional, en la cartera de seguridad. Y una alta fuente policial informó anoche en Neuquén que el empresario tendría vinculación con el titular del sindicato de los petroleros privados, Guillermo Pereyra. "Río Negro" intentó comunicarse ayer con Pereyra , pero no contestó los llamados. Tampoco se pudo ubicar a Cifuentes.

El empresario fue trasladado ayer a primera hora de la mañana a Neuquén capital y, según fuentes policiales, prestó declaración ante el titular del juzgado de Instrucción 5, Marcelo Benavídez, porque se le inició una causa por atentado, resistencia, amenaza y portación ilegal de armas. Tras declarar, Cifuentes quedó antes del mediodía en libertad.

El incidente ocurrió el viernes a las seis de la madrugada, en el local nocturno Copacabana, ubicado en pleno centro de Rincón de los Sauces. El lugar cuenta con custodia policial permanente durante la noche y, según relató el comisario Raúl Lecaro, a cargo de la Unidad Departamental 35, "Raúl Cifuentes, llegó en una camioneta negra importada al cabaret Copacabana y estacionó arriba de la vereda.

Ante el pedido del agente de policía Carlos Fernández para que estacione debidamente, Cifuentes se habría negado e ingresó al local acompañado con otro individuo de la misma compañía". El policía avisó a la central, que envió un móvil para verificar la infracción.

Cuando llegaron los efectivos policiales, ingresaron al boliche y le pidieron a Cifuentes que los acompañara. Sin embargo, el empresario se resistió y, aprovechando un descuido de los agentes, sacó un arma nueve milímetros de su cintura y apuntó -según la información policial- directamente a la cara del agente Fernández diciéndole: "mirá lo que tengo".

El empresario y su acompañante se

trenzaron en lucha con los policías que, finalmente, lograron reducirlo y llevarlo a la unidad policial. Según Lecaro, quien ayer brindó la información desde su domicilio en Cutral Có, "Cifuentes dijo ser funcionario del gobierno nacional, dependiente del Ministerio de Seguridad del Estado".

Los peritos determinaron que el arma tenía un cargador con 13 balas y una bala más en la recámara, por lo que la pistola de origen austríaco estaba lista para disparar. Entre las ropas de Cifuentes encontraron otro cargador largo con 31 cartuchos más.

La policía confirmó ayer que todas las balas, incluyendo la que estaba en la recámara del arma, son punta hueca que se utilizan para provocar un daño mayor cuando el proyectil ingresa al cuerpo.

Consultado sobre si el sujeto estaba ebrio al momento del incidente, el comisario dijo que "los policías declararon que tenía aliento etílico pero Cifuentes se negó a realizar el dosaje de alcohol en el hospital local".