Lunes 23 de Octubre de 2006 Edicion impresa pag. 13 > Regionales
El Chañar crece con pobres indicadores sociales
Estudian la localidad donde están ubicadas las bodegas neuquinas. Reveladora investigación de Osvaldo Preiss y Silvia Roca. Los inversores no estaban vinculados con el agro y tampoco viven allí.

NEUQUEN (AN).- San Patricio del Chañar, la ciudad con mayor crecimiento de la provincia después de Rincón de los Sauces, sufre las consecuencias de una transformación económica globalizada que lleva 8 años de desarrollo: empleo precario y de baja calidad, pobres niveles de ingresos, poco acceso a la vivienda y casi nula movilidad social. Es llamativo, pero los inversores de este fenómeno de la agricultura no sólo no viven en la localidad sino que hasta el momento de apostar a la tierra pertenecían a otros sectores de la economía.

Son todos estos hallazgos y conclusiones de un trabajo realizado por el economista Osvaldo Preiss y la licenciada Silvia Roca, llamado "Reestructuración local en El Chañar a partir de la expansión de inversiones en la agroindustria".

Hasta finales de la década pasada, El Chañar era una joven localidad neuquina creada en torno del polo frutícola que desarrolló desde Cipolletti el ingeniero Roberto Gasparri, a partir de 1969.

"El desarrollo de la etapa II comienza a principios de 1975 y finaliza en 1985, sobre una superficie de 2.400 hectáreas", se reseña en el trabajo.

Los que adquirieron tierras en esta segunda parte fueron "agentes económicos de mayor magnitud que en la etapa I, en especial firmas comercializadoras regionales que se encontraban en pleno proceso de integración productiva, una vez que completaron el ciclo de inversiones en empaque y conservación frigorífica", añaden los autores de la investigación.

La tercera etapa data de 1998 y es directamente un emprendimiento de un desarrollador privado. Abarca 3.200 hectáreas, donde lo que predomina es la vid, y hay tres bodegas en producción (más otras en construcción).

Este último desarrollo tiene dos características, según se lee en el trabajo de Preiss y Roca:

" Los inversores no pertenecían al mundo agropecuario (empresarios, profesionales).

" Y el financiamiento "para el desarrollo del conjunto de las inversiones realizadas contó con un aporte sustantivo del gobierno provincial, que alcanzó al 70 u 80% del total" del dinero utilizado.

El fenómeno de "transnacionalización y concentración" queda en evidencia con la compra por parte de Expofrut de tierras de Gasparri y la "creciente heterogeneidad de los actores frutícolas y las relaciones desiguales que entre ellos se establecen".

Así las cosas, la actividad económica en la ciudad misma de El Chañar está circunscripta a la que permite el nivel de gastos de los asalariados y el presupuesto municipal porque, en reglas generales, ni los inversores ni los directivos de las empresas ni sus técnicos viven en la localidad.

Debido a la flexibilización laboral y las características propias del ciclo de producción, se generó en la ciudad un fenómeno de "pluriactividad" y "multiocupación" porque las labores rurales son insuficientes.

Así aparecen como opciones el empleo doméstico, la albañilería y el empaque de frutas, siempre de acuerdo con el trabajo de Roca y Preiss.

De esta manera, la población ejerce presión sobre "la demanda de la salud, la educación, la vivienda y los servicios básicos", además de sus ampliaciones.

Hay indicadores sociales que sobresalen en El Chañar y contrastan con el nivel altísimo de recaudación de su municipio y el desarrollo de inversiones millonarias:

" Sólo el 52% de los hogares ubicados dentro del casco urbano está en óptimas condiciones de habitabilidad.

" Sigue adelante la ocupación de tierras fiscales.

" En 2001 el 25% de las personas vivía en hogares con hacinamiento.

" El 22% de la población mayor de 20 años, tanto de la ciudad como del campo, está atendida con programas asistenciales.

" Un porcentaje importante de profesionales de las escuelas y el hospital no vive en El Chañar sino en Centenario, Cinco Saltos, Neuquén, Cipolletti.

" El sector empresarial genera "empleo genuino hacia el estrato de profesionales a cargo de la gestión administrativa y económica de los establecimientos frutícolas, no así hacia los eslabones primarios de la cadena agroindustrial".

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