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Lunes 23 de Octubre de 2006
 
Edicion impresa pag. 59 > Cultura y Espectaculos
Dios le ganó a los vampiros en la obra de Rice
Conocida por sus historias de vampiros, la escritora Anne Rice cambió radicalmente el rumbo de su escritura en "El mesías", parte de una trilogía que tiene como eje la vida de Jesucristo.
Anne Rice dedicará una trilogía a la vida de Jesucristo.
Anne Rice dedicará una trilogía a la vida de Jesucristo.
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BUENOS AIRES (Télam).- Anne Rice primero se dedicó a las novelas pornográficas. Después, se convirtió en la más famosa autora de novelas de ocultismo en lengua inglesa. Ahora, en coincidencia con su retorno a la fe católica, cuenta con la voz de un niño de siete años los primeros recuerdos de Jesucristo en Alejandría y su traslado, poco tiempo después y junto a su familia, a Nazaret.

La escritora, que no ha publicado nada desde que en 2003 irrumpió en las librerías con "Blood Chronicle" -el décimo volumen de su serie de best sellers sobre vampiros-, presenta en esta oportunidad una novela que ya tiene destino de trilogía, según anticipó la propia autora.

"He prometido que de ahora en adelante sólo escribiré para el Señor", destacó Rice hace un tiempo a la revista "Newsweek". Y agregó: "Si llego a completar la vida de Cristo de la forma en que quiero hacerlo, entonces habré creado un nuevo tipo de ficción. No será como ninguna otra. Estará dentro de un mundo en el que la redención estará incluida".

Para lograr que el personaje central de "El mesías. El niño judío" -recién publicado en la Argentina por el sello Ediciones B- sea creíble, Rice se sumergió no sólo en la Biblia sino también en la historia del siglo primero. Y según contó, también tuvo que ver películas como "El manto" y "La pasión de Cristo".

Y aunque la obra se basa en la vida de Cristo cuando tenía siete años, la novelista se toma algunas licencias para narrar pasajes ficticios, como la vida del personaje con su familia en Alejandría, donde lo presenta estudiando con el historiador Philo, o un episodio en el que unas aves de barro cobran vida, tocan a un muerto y lo resucitan.

Rice, que se había alejado de la fe católica cuando tenía 18 años, tuvo algunos problemas serios de salud desde 1998: ese año, a pocas semanas de la aparición de "Armand el vampiro" en los Estados Unidos, la escritora sufrió un coma diabético que casi le cuesta la vida, aunque pronto se recuperó y hoy continúa escribiendo doce horas por día desde su mansión de la Saint Charles Avenue de Nueva Orleans.

"Todo lo que escribo está influenciado por la Iglesia. Aunque no soy miembro de ella, siento una gran reverencia por la institución", confesó Rice, actualmente dueña de dos iglesias en Nueva Orleans.

¿Cómo hizo esta oscura autora de Nueva Orleans -dedicada a escribir novelas eróticas y pornográficas con seudónimos- para convertirse en personaje habitual de debates literarios, ser objeto de culto y encabezar ránkings de ventas con cada una de sus historias?

Nacida en 1941, como Howard Allen O'Brien, en Nueva Orleans -una ciudad que sirvió de marco para muchas de sus novelas-, Rice se mudó a Texas a los 16 años, en un viaje que iba a marcar su existencia. No sólo por el desarraigo -una constante en su obra-, sino porque allí conoció a su futuro marido, el poeta Stan Rice, autor de muchos de los versos que preludian las peripecias del vampiro Lestat y compañía.

Cuando en 1976 apareció "Confesiones de un vampiro", el libro fue un éxito que, de inmediato, los modernos aficionados a la fantasía ubicaron como texto "de culto".

"Confesiones..." narraba la conversión en criatura de la noche y los consiguientes desvelos de Louis de Pointe de Lac, dueño de una plantación en Nueva Orleans a finales del siglo XVlll.

Su visión erótica y decadente del vampirismo -que evolucionaba a través de una "educación sentimental sadiana" y donde estaban muy presentes la homosexualidad, la adicción a alucinógenos y la metáfora de la enfermedad-, estalló en la mente de miles de lectores y creadores.

Desde entonces, no hubo filme, novela o cómic de "chupadores de sangre" que no reflejara las huellas de Rice. Sin embargo, la escritora tardó casi 10 años en volver a su personaje Lestat, una década en que volvió a la línea de sus orígenes: las novelas eróticas y pornográficas, escondida tras los nombres Anne Rampling y A.N. Roquelaure.

"No hay ninguna razón por la que la pornografía no pueda ser hermosa y verdaderamente sensual", explicó Rice, que aunque debe su fama a sus novelas de vampiros, jamás reniega de su trilogía erótica sobre la Bella Durmiente (donde en realidad, se "duerme" bastante poco).

Pero fue en 1985, con la publicación de "Lestat, el vampiro", cuando Anne se convirtió en creadora de mitos y objeto de culto en sí misma. Después llegaron "La reina de los condenados", "El ladrón de cuerpos" y "Memnoch el Diablo", alargando la saga de una historia de redención que llegó al encuentro final de Lestat con Jesucristo y el Diablo, en un cita más cerca de Milton y Dante que de Stoker.

 
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Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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