CIPOLLETTI (AC).- En abril del 2005 se anunció con grandes expectativas la apertura de la Casa de Justicia de Cipolletti, una entidad que apuntaba a que los vecinos tuvieran un espacio donde acudir en forma gratuita para conocer sus derechos y las vías institucionales para hacerlos valer, además de los métodos alternativos de resolución de conflictos y sus beneficios.

Así se presentó. Más de 2.200 consultas hubo desde entonces, sobre todo de cuestiones familiares. Pero desde el viernes nada queda en Cipolletti de esta entidad creada por iniciativa del Ministerio de Justicia de Nación.

"Final de una muerte anunciada", dice un comunicado que difundieron ayer quienes estaban en la institución.

Es que meses atrás se supo que los recursos iban a dejar de llegar a estas instituciones creadas en el país y que la alternativa era que los municipios se hicieran cargo del mantenimiento. De esta forma lograron subsistir las otras que se habían puesto en marcha: General Pico (La Pampa), Guaymallén (Mendoza) y Tafí Viejo (Tucumán). Pero en Cipolletti las gestiones realizadas tanto ante el gobierno local como provincial no viabilizaron la continuidad.

El viernes a las 15.30 se retiraron los equipos informáticos para trasladarlos al ministerio de Justicia de la Nación, en Buenos Aires. Se llevaron toda la documentación y también las expectativas de la comunidad de tener un lugar gratuito donde acudir para recibir asesoramiento jurídico.

La Casa de Justicia de Cipolletti contaba con la coordinación de Eda Ginnóbili, cuatro abogados, cuatro licenciados en servicio social, dos psicólogas y una administrativa.

Allí se atendía las consultas de los vecinos, que generalmente estaban relacionadas con temas de familia (juicios por alimentos, por ejemplo).

Los profesionales trabajaban en forma interrelacionada para que el "consultante", como se denominaba a quien asistía con alguna inquietud, tuviera una respuesta clara, sin tantos términos jurídicos que le complicaran el entendimiento.

La Casa de Justicia surgió como una iniciativa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación y contaba con financiamiento del Banco Mundial. El municipio colaboraba con las instalaciones.

En ese lugar, los cipoleños obtenían diferentes servicios, como atención social, asistencia jurídica y mediación por medio de profesionales capacitados especialmente para esta labor.

"El propósito de este proyecto es el de implementar un modelo efectivo orientado a facilitar y mejorar el acceso a la justicia de los sectores de menores recursos de la sociedad", se informó desde el ministerio de Justicia de Nación cuando se estaba por abrir la Casa de Cipolletti, la única en la región Patagónica.

El cierre no dejó muchas consultas inconclusas pero sí desazón en quienes encontraron allí respuestas y en los mismos integrantes del grupo que atendía el programa.