A Vélez le alcanzó con los dos golpes del primer tiempo, ganó un partido clave contra Independiente y como tiene un juego pendiente, sueña dar la vuelta olímpica. Fue 2-1 en el Amalfitani.
De movida estaba claro que la igualdad no le servía a nadie. Los dos transitan por el torneo con demasiados altibajos y por eso sabían que se trataba de una de las últimas chances para pelear por el título.
Y muy rápido, llegaron las emociones. La cabeza de Ugglesich puso el 1-0 y se armó el partido. No fueron una máquina de generar situaciones, pero mostraron un interesante ida y vuelta. El local, con la tranquilidad del resultado y el visitante con cierta desesperación para ir a buscar la paridad.
En medio de ese ritmo intenso, los de Russo volvieron a salir bien parados. Armaron una muy buena jugada por izquierda y otra vez de cabeza, llegaron a un "mentiroso" 2-0. Moreno y Fabianesi se anticipó a un estático Matheu y el "rojo", que no merecía perder por dos de diferencia, quedó al borde del nocaut.
A los pocos minutos, Denis empezó a calentar. El "Tanque" fue al banco porque Burruchaga eligió la racha goleadora de Ismael Sosa, pero la movida le duró muy poco.
Sólo había una incógnita: ¿Quién le dejaba el lugar? El DT se la jugó, sacó al colombiano Marín y con un dibujo más ofensivo, fue por la heróica.
Y la apuesta arrancó de la mejor manera. En la primera que tocó, Denis -también de cabeza- descontó, para cortar una larga sequía. El ex delantero de Arsenal y Colón estuvo a punto de conseguir el empate dos minutos más tarde, pero esta vez se lució Sessa.
Desde ahí hasta el cierre, poco y nada. Independiente casi no inquietó a su rival y el dueño de casa, sin meterse atrás, se dedicó a cuidar la pelota y la mínima. Le salió bien y sigue en carrera.