CIPOLLETTI (AC).- No se destraba la situación de los 60 docentes del Instituto Krause, entidad educativa de niveles preescolar, inicial, primario y medio, que cerraría a fines de este año y en cuyas instalaciones, ubicadas cerca del acceso Lisandro de la Torre y ruta 22, podría funcionar la base de una importante empresa petrolera, según se supo de manera extraoficial.

El Sindicato Argentino de Docentes Privados calificó de "in

sostenible" al compromiso que, respecto de los docentes, pretenden establecer las autoridades del instituto, y advirtió que llevará el caso al nivel nacional, porque impondrá directamente a los responsables de los ministerios de Trabajo y de Educación de la Nación.

En una reciente audiencia que se desarrolló en la delegación Cipolletti de la secretaría de Trabajo provincial, los trabajadores de la educación nucleados en el Sindicato de Docentes Privados como los 27 que representa la abogada Andrea Fadelli rechazaron el "procedimiento de crisis" al que se aferran las autoridades del instituto para indemnizar, en función de esa figura, a los docentes, y cerrar la institución a fin de año. En la audiencia estuvieron presentes Laura Puccinno, Bibian Sagripanti y Guillermina Calindo, delegadas en Cipolletti, Neuquén y Bariloche del sindicato; la abogada Fadelli -pudo ingresar por una gestión que en Viedma realizó la diputada Beatriz Manso- y en nombre del Krause lo hizo el abogado Pablo González, que patrocina a la propietaria, Marta Krause.

Como se ha venido indicando el cierre del caracterizado instituto lo decidió Marta Krause argumentando razones de fuerza mayor ajenas a la administración, aunque ayer Fadelli presentó un extenso escrito donde desmenuza la situación del instituto desde varios años atrás a la fecha y sostiene que no hubo crisis externa sino un proceso en el que la entidad fue perdiendo matrícula, responsabilizando de todo a la conducción del Krause. Hasta ayer los papás estaban haciendo malabares para colocar a sus hijos en otros establecimientos -son casi 200 los perjudicados por el problema- mientras que sobre los docentes pende una verdadera espada de Damocles relacionada con sus montos indemnizatorios, porque los despidos son irreversibles.

Fadelli -y también el Sindicato- en su medulosa exposición exige que se pague el cien por ciento de la indemnización, más el 50 por ciento de la ley nacional de emergencia, mientras que si bien todavía no hizo una proposición concreta el instituto pretende indemnizar a los más de 60 docentes en ajuste al "procedimiento de crisis".

Mientras la situación se agudiza -y todo hace prever que se terminará en un juicio- se fijó otra audiencia para el 23 del corriente donde el abogado González deberá presentar las cifras que se estarían dispuestos a pagar como indemnizaciones.