Una manifestación colmada de militantes de derechos humanos y piqueteros marchó anoche hasta la Plaza de Mayo para exigirle al gobierno "la aparición con vida ya" de Jorge Julio López, el sobreviviente de la dictadura de 77 años y testigo del juicio al represor Miguel Etchecolatz que desapareció hace exactamente un mes.

Desde entonces, su paradero es un misterio y la falta de novedades hace crecer las peores sospechas, a raíz de lo cual cientos de personas marcharon esta noche desde la Plaza de los Dos Congresos hasta la Casa de Gobierno para exigir respuestas.

"Desde el poder hay un alto grado de complicidad. Durante este mes, las amenazas telefónicas y escritas se han incrementado, y las agresiones no sólo no se han investigado sino que se han incrementado. Y la respuesta de los autoridades es el silencio", dijo anoche en su discurso Norma Eloy, la única oradora del acto.

Fue entonces cuando en medio de cánticos e insultos contra los represores, el coro de voces se unió para decir: "Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables".

"Por eso -añadió Eloy- le exigimos al gobierno la aparición con vida ya de Jorge Julio López y el castigo a los culpables".

Eloy y López fueron los únicos querellantes en el juicio oral contra Etchecolatz, el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense de la última dictadura que se convirtió en el primer represor llevado al banquillo por los crímenes cometidos desde el Estado entre 1976 y 1983 tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

"'Tito' (López) es un hombre común, por el cual pasó una triste historia de nuestra amada Argentina. El sólo quería Justicia", dijo ayer su familia a través de una carta abierta en la que volvió a confiar que pronto podrán reencontrarse con el ex albañil de 77 años.

López se ausentó misteriosamente de su casa en la mañana del 18 de setiembre pasado, justo cuando estaba por ir a presenciar el penúltimo día del juicio oral para ver por primera vez frente a frente a Etchecolatz y escuchar el pedido de reclusión perpetua en contra del represor.

Desde hace un mes no se sabe nada de López pese a la intensa búsqueda a nivel nacional y la recompensa de 200 mil pesos que ofreció el Gobierno bonaerense, en medio de una lluvia de amenazas a jueces y fiscales que investigan causas de derechos humanos.

Incluso, Ramiro González, de 28 años, un militante de la agrupación HIJOS de desaparecidos, que asistió el juicio a Etchecolatz, denunció que esta madrugada fue secuestrado durante una hora y media por cuatro hombres armados que lo subieron a un coche y lo golpearon. "Me gritaban que nos dejemos de joder y que nos van a matar. Me mostraban fotos de chicos y querían que los reconociera como militantes de la agrupación", dijo González.

Por su parte, la familia de López divulgó ayer su "segunda carta abierta" la sociedad, en la que volvió a esperanzarse en verlo nuevamente en breve. "Cada noche, nos invaden más y más preguntas ¿Dónde está Tito? ¿Cómo está Tito? ¿Con quién esta Tito? ¿Está solo? ¿Está bien? ¿Si alguien lo tiene? ¿Quién? ¿Sabe de nuestra preocupación? ¿Sabe por lo que está pasando su familia?", se preguntaron la esposa y los dos hijos en esa carta.

(DyN)