Los enfrentamientos que arruinaron la ceremonia de traslado de los restos de Juan Domingo Perón hasta un mausoleo se encadenan con una ola de violencia en estadios de fútbol, hospitales, universidades e incluso la desaparición de un testigo en un juicio por violaciones a los derechos humanos.
El ambiente de agresión y amenazas había recrudecido la semana pasada cuando una 'patota' ingresó al Hospital Francés para desalojar a trabajadores no médicos en huelga que realizaban una asamblea en reclamo de aumentos de salarios. El episodio dejó un saldo de unos 20 heridos y fue registrado por cámaras de televisión, que mostraron a grupos de choque vinculados al Partido Justicialista (PJ, peronista) del presidente Néstor Kirchner.
En esa oportunidad, los matones, que luego fueron identificados como 'barrabravas' fanáticos de un club de fútbol, actuaron a cara descubierta, agredieron a golpes de puño y cadena a los paramédicos y a legisladores.
Los policías apostados en el lugar no intervinieran para frenar la violencia y en cambio ampararon a los agresores cuando la prensa y los trabajadores del Hospital intentaron detenerlos. El Hospital Francés, intervenido por el gobierno del presidente Kirchner, es un centro hospitalario que fue modelo en Latinoamérica y hoy está inmerso en una crisis económica terminal.