Tras un día de silencio y de sugerir acusaciones al duhaldismo -a través de sus ultras Kunkel y D´Elía- por la violencia en la Quinta de San Vicente, Néstor Kirchner se mostró ayer como víctima de una conspiración. Dijo que los responsables de los incidentes "apuntaron directamente contra el Presidente" para "frenar el cambio".

"Todos ustedes tengan en claro que las cosas no suceden de casualidad. Hay que apuntar contra Kirchner para frenar el cambio, para frenar la justicia", dijo ante cientos de sus partidarios en un acto en el conurbano bonaerense. "Está visto por lo que pasó ayer (martes) que solo no puedo, por lo que les pido que me acompañen", suplicó en el acto kirchnerista.

Asimismo, en la intimidad protegió a su principal sindicalista aliado y destinatario de los mayores subsidios que otorga su gobierno, el líder de la CGT Hugo Moyano. El sindicalista quedó muy comprometido ya que los disparos en el acto por Perón los efectuó un hombre de su gremio -Emilio Quiroz, delegado de Camioneros- quien ayer se entregó a la justicia recién un día después de los desmanes. El violento apeló a argumentos insólitos: "Le apunte al paredón... Si no disparaba, iba a ser una masacre peor".

Moyano, principal organizador del malogrado homenaje a Perón, intentó ayer desligarse de la violencia y -sobre todo- del barrabrava Quiroz, que la televisión sorprendió disparando de tal forma que sólo un milagro evitó que alguien cayera muerto. En total hubo 59 heridos y contusos, pero al parecer ninguno de arma de fuego.

La estabilidad del líder de la CGT parece pender de un hilo después de la barbarie de San Vicente, una evidente zona liberada para un brutal ajuste de cuentas que se propagó por todo el mundo. Los "gordos" del sindicalismo intentarán ahora desplazarlo y se verá hasta dónde lo sostiene Kirchner.

"Esto (los incidentes) fue 'armado' (orquestado)", acusó Moyano en una rueda de prensa, convocada tras la conmoción social que causaron los choques. Relativizó que integrantes del sindicato de camioneros hayan sido los responsables del caos, sino que apuntó contra dirigentes de la UOCRA. Sin embargo, el jefe de la central sindical reconoció que Quiroz fue chofer de su hijo, Pablo, conductor del sindicato de los camioneros.

En su declaración ante la justicia de La Plata, Quiroz argumentó anoche que actuó de esa manera para defender a gente que estaba siendo atacada. "Si yo no hubiera disparado, hubiera sido una masacre peor".

Desde la oposición, referentes de distintos sectores como Mauricio Macri, Ricardo López Murphy, Elisa Carrió y la conducción de la UCR culparon al gobierno por los sucesos ocurridos ayer y condenaron la "lógica de violencia" ejercida por las autoridades nacionales.

Dirigentes cercanos al kirchnerismo, como el ex piquetero Luis D' Elía y el diputado Carlos Kunkel responsabilizaron al PJ bonaerense, identificado con el duhaldismo, por los incidentes en el mausoleo, pero la senadora Hilda "Chiche" Duhalde rechazó las acusaciones contra su marido, el ex presidente Eduardo Duhalde.

Subsidios a cambio de paz en las calles

El líder de la CGT es de los pocos dirigentes de peso de la política nacional al que el presidente intenta mantener "domesticado", mientras su hijo Pablo suele presionar a supermercados con aprietes a cambio de mejores condiciones salariales. Como ha ocurrido con D´Elía y otros ex piqueteros, Kirchner cuenta a Hugo Moyano como hombre de confianza, a cambio de garantías de paz para el gobierno en las calles. De hecho, trascendió que Moyano fue quien más influyó ante Kirchner para que capitalizara el acto por Perón que antes el presidente desdeñaba por el protagonismo de Duhalde.

Hoy Moyano hace equilibrios entre los más duros y críticos sindicalistas y sus propios intereses como jefe del sindicato de los camioneros, el más beneficiado por los subsidios oficiales: el sindicato de camioneros recibe un porcentaje del impuesto al gasoil gracias a una ley aprobada en el Congreso por el oficialismo. Son alrededor de 90 millones de pesos anuales, de los cuales 15 millones son destinados a un fondo de capacitación y el resto es utilizado para devolución de aportes patronales.

Las ayudas financieras del gobierno, entre otras cosas, terminaron por "ablandar" a Moyano: el camionero fue de los primeros dirigentes en pedir la reelección de Kirchner, por ejemplo. (Redacción Central y ABA)