Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de Bolivia, Evo Morales, firmarán hoy en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra un acuerdo por el suministro de gas a Argentina por los próximos 20 años, que permitirá a Bolivia ingresos por 17.000 millones de dólares en ese lapso.
Morales y Kirchner rubricarán el documento en un centro polideportivo de Santa Cruz y sellarán así una alianza estratégica que contempla, además del suministro de gas, la participación de las estatales de Bolivia y Argentina, YPFB y Enarsa respectivamente, en el negocio de transporte y exportación de hidrocarburos y derivados, según el vicepresidente boliviano Alvaro García.
El acuerdo establece que Enarsa explorará y explotará hidrocarburos en Bolivia, dueña de la segunda reserva gasífera sudamericana: 1,55 billones (millones de millones) de metros cúbicos, valuados por La Paz en 200.000 millones de dólares.
Apenas esté concluido un gasoducto que abastecerá cinco provincias del nordeste de Argentina (GNA), entre 2009 y 2010, Bolivia bombeará a su vecino, presa de una honda crisis energética, 27,7 millones de metros cúbicos diarios de gas contra los 7,7 millones que exporta hoy.
El valor del gas boliviano, 5 dólares el millón de BTU (Unidad Térmica Británica) ha sido definido también por Morales y Kirchner en un gran acuerdo en junio pasado. "El precio arranca con 5 dólares por millón de BTU en enero de 2007 y a partir de eso hay una fórmula de indexación: si sube el precio del petróleo subirá el precio del gas y si baja el precio del petróleo bajará lentamente el precio del gas", explicó García.
El acuerdo sobre el gas, el más importante en la historia económica de Bolivia, consolida al país andino, que también abastece desde 1999 al gigantesco mercado de Brasil, como el centro energético sudamericano.
"Este convenio del presidente Morales con el presidente Kirchner es un gran regalo para Bolivia, para su gente, y nos convierte en el centro energético del continente, ocupando los dos mercados más importantes" de la región, celebró García. La alianza energética argentino-boliviana contempla asimismo la construcción de una planta separadora de líquidos financiada íntegramente por Argentina en territorio boliviano y la primera en el país andino que apunta a todo trance a la industrialización de sus hidrocarburos. (AFP)