NEUQUEN (AN).- Un negocio de venta y compra de autos fue asaltado ayer a la mañana en esta capital por dos ladrones que actuaron con gran tranquilidad, y tras amenazar con un arma a los empleados y encerrarlos en un baño, escaparon con alrededor de 30 mil pesos que había en la caja fuerte.
La policía informó que el hecho ocurrió en el local "Benjamín Sánchez", ubicado en Perticone al 1.100. Alrededor de las 9.15 dos sujetos con el rostro descubierto y bien vestidos ingresaron a preguntar por el precio de un automotor, pero enseguida esgrimieron un arma de fuego -revólver o pistola- y amenazaron a los dos empleados que había en ese momento.
Mientras uno de los asaltantes permaneció en la parte delantera del comercio haciendo la vigilancia, el restante llevó a las víctimas, un hombre y una mujer, hacia la parte trasera y los encerró en el baño.
El trabajo se le facilitó porque la caja fuerte estaba abierta, ya que según las fuentes policiales todas las mañanas realizan un arqueo. En el interior había 30.000 pesos.
"Todo fue muy rápido y silencioso", señalaron a "Río Negro" fuentes policiales. "En pocos minutos los ladrones lograron controlar la situación y escaparon sin que nadie los viera", agregaron.
En la zona donde funciona el negocio se registra un importante movimiento comercial y vehicular, principalmente en el horario en el ocurrió el asalto. Sin embargo la policía hasta ayer no había encontrado personas que hayan visto salir a los jóvenes que cometieron el asalto.
Tampoco se sabe si huyeron en un vehículo o a pie, ni si los estaba esperando un cómplice. "A nadie le llamó la atención ningún movimiento fuera de lo habitual. Incluso hay locales en las proximidades con custodia policial, y tampoco vieron nada", agregó uno de los investigadores.
Los delincuentes actuaron con el rostro descubierto y tendrían entre 24 y 28 años según las descripciones que obtuvieron los investigadores. Los empleados alcanzaron a ver que sólo uno de ellos portaba un arma de fuego, y se desconoce si el otro también tenía una.
Los empleados pudieron salir de su encierro cuando llegó la dueña de la concesionaria, minutos después del asalto. Estaban ilesos aunque conmocionados por el hecho. "Afortunadamente ninguno sufrió lesiones", indicaron las fuentes policiales. "No fueron atados ni maltratados, sólo los encerraron bajo llave y los obligaron a permanecer en silencio", precisaron.
En las próximas horas la Policía les exhibirá álbumes fotográficos con el objetivo de que reconozcan a los autores.
"Presumimos que es gente de acá", dijo anoche una fuente policial consultada por este diario. "No descartamos que después del robo hayan corrido un par de cuadras hacia una toma que hay muy cerca del lugar y se hayan refugiado allí, aunque es una hipótesis que por ahora no podemos demostrar".