BUENOS AIRES (Télam).- Los padres de las trillizas bolivianas que murieron intoxicadas en su casa del barrio porteño de Bajo Flores, en mayo último, fueron detenidos ayer en el partido bonaerense de La Matanza, informaron fuentes policiales.

Guadalupe Mamani y Juan Antonio Marca Callisaya, padres de las niñas, declarados prófugos por la Justicia desde agosto, fueron detenidos por personal policial en un taller textil clandestino ubicado en Lobos y Donovan, en el barrio La Salada, de esa comuna del oste del conurbano.

La pareja -que es investigada por homicidio calificado por el vínculo, tras el fallecimiento de las niñas el 25 de mayo pasado-, fue trasladada ayer a la mañana a la División Homicidios de la Policía Federal y está previsto que sean indagados en los Tribunales porteños.

Las tres bebas fueron halladas muertas en sus cunas en la madrugada de ese día, a causa de una intoxicación que les causó una congestión visceral generalizada.

Mamani y Marca Callisaya aseguraron entonces que sus hijas se alimentaban en forma exclusiva con la leche maternizada "Nidina", que comercializa la empresa Nestlé, y ligaron el deceso a ese consumo.

Unos días antes, autoridades de salud nacionales habían hallado en otra leche maternizada comercializada por la misma empresa, "NAN1", una bacteria no apta para el consumo humano y ordenaron su retiro del mercado.

Voceros de Nestlé siempre negaron toda vinculación entre la muerte de las bebas y la leche "NAN1" retirada del mercado porque, afirmaron, no era la marca que ellas consumían, y la partida que efectivamente se retiró no generó consecuencias mortales.

Unos días después, los peritajes judiciales detectaron alcohol en la mamadera, en la sangre y en el hígado de los tres cadáveres y la pareja se dio a la fuga.

Una fuente de la Procuración General de la Nación afirmó que "la leche estaba bien y los resultados de los estudios no dieron nada" y confirmó que la sustancia hallada en las vísceras, que habría desatado la congestión, es alcohol. Según trascendió, los investigadores sospechan que los padres de las víctimas mezclaban alcohol etílico con la leche que sus hijas bebían, para prolongar el sueño de las nenas y concurrir a sus trabajos.

El 5 de setiembre último, la fiscal Marcela Sánchez caratuló la causa como "triple homicidio calificado por el vínculo", un delito para el que el Código Penal prevé la pena máxima, que es la prisión perpetua.