LA PAZ (AFP/ DPA) - La protesta que cumplían cientos de reclusos en distintas cárceles de Bolivia parecía complicarse ayer, con la crucifixión, entierro y hasta la decisión de varios de los manifestantes de coserse los labios, pidiendo que se aceleren sus procesos y se les otorguen otros beneficios para rebajar su condena.
Representantes de los presos indicaron que en la cárcel de Palmasola de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (este) unas 400 personas se sumaron a la huelga de hambre, otros 400 internos en "San Sebastián" (Cochabamba, centro), unos 320 reclusos en San Pedro (Oruro) y 120 en Cantumarca (Potosí, suroeste). En La Paz también se cumplían las protestas.
Noticiarios difundieron imágenes de los internos cosiendo sus labios, crucificados en las rejas y otros lugares, así como enterrados en fosas improvisadas por sus compañeros. Los reos, acompañados por sus esposas e hijos que han instalado vigilias en las calles, exigen que el beneficio de "extramuros" -que les permite trabajar o estudiar fuera del sitio de reclusión y retornar por las noches- sea extensivo a todos los internos. También demandan el cómputo de dos días de condena por uno de trabajo o estudio, la aprobación de una ley para revisar las condenas fijadas bajo el antiguo sistema de justicia y disminuir las penas por narcotráfico de 25 a 15 años, precisó la prensa local.
Por otra parte, el gobierno boliviano y dirigentes regionales acordaron que el proyecto de reforma agraria anunciado por el presidente Morales quedará en suspenso y se mantendrá en vigencia por siete años más una ley de saneamiento y asignación de tierras firmada en 1996.
La ampliación de la vigencia de la ley será sancionada este mismo miércoles por el Congreso, controlado por el gobierno del presidente izquierdista, quien había propuesto implantar hasta el final de su mandato en 2010 una "reforma agraria" en paz y democracia. El gobierno negoció largamente el martes con líderes de la Confederación Agropecuaria Nacional y el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, que querían la prorrogación de la ley para evitar así que el gobierno repartiera tierras a discreción y por decreto. Con este acuerdo, la oposición se tranquiliza de sus temores, expresados desde hace varios meses, en el sentido de que habrá expropiaciones.
