Miércoles 18 de Octubre de 2006 Edicion impresa pag. 38 y 39 > Sociedad
Ahora, losbancos de leche materna
A fin de año funcionará el primero en La Plata. La leche provendrá de donantes voluntarias.

Desde que en 1860 Henri Nestlé desarrolló la primera fórmula artificial para alimentar a bebés, a base de leche de vaca y cereales, los sustitutos de la lactancia materna se fueron optimizando a lo largo de casi 150 años. Afortunadamente, porque existen numerosas situaciones en las cuales un bebé recién nacido no puede recibir leche de su madre.

Puesto que la lactancia natural es la fuente ideal de nutrientes, existen en el mundo numerosos bancos de leche materna para esas situaciones particulares. Semanas atrás, a propósito de celebrarse la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en Argentina se anunció que en pocos meses estarán funcionando dos bancos de leche materna, disponibles para bebés prematuros y aquellos que por diversos motivos no pueden ser amamantados por sus madres. El primero comenzará a funcionar antes de fin de año en el hospital San Martín, de La Plata, y probablemente en abril de 2007, en el hospital Materno Infantil Ramón Sardá, de Buenos Aires.

La doctora Emilce Cassinelli, a cargo del Plan Materno-infantil del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, explica cómo funcionará esta iniciativa. "Las donantes serán aquellas madres que se encuentren en las maternidades amamantando. Ellas podrán donar voluntariamente la leche que no utilicen, luego de amamantar a sus bebés."

En cuanto a la seguridad de la leche desde el punto de vista infectológico, la médica comenta que "se le realizan ciertos análisis bacteriológicos y se la pasteuriza, congelándola a muy bajas temperaturas, lo que permite su larga duración".

Asimismo, como la composición de las leches suele variar entre distintas donantes, se le realiza una homogeneización del contenido. "Es importante tener en cuenta agrega Cassinelli que la composición de la leche materna tampoco es uniforme ni constante en una misma madre, porque la misma varía a lo largo de la lactancia y según las necesidades del neonato, con el correr de los días".

Existen una serie de requisitos que debe tener una donante de leche, similar al de otros donantes. "En Brasil, que es donde ya están funcionando estos bancos, se les hace un examen con detección de serología de enfermedades infecto contagiosas para detectar la presencia del HIV, las diversas cepas de hepatitis. Si se encuentra la presencia de estos marcadores, obviamente se desecha la leche donada."

Si bien en la Argentina aún no se ha establecido el procedimiento ya que todavía no está en funcionamiento ningún banco de leche, se seguirán seguramente estos parámetros, considerados universales.

 

Diseño natural

 

No es una novedad asegurar que la lactancia natural es el alimento ideal para un recién nacido. Pero sí cuáles son las razones por las que cumple un papel tan decisivo en los primeros años de vida, y que no podría ser sustituido por una buena leche de fórmula. "La leche humana explica la doctora Cassinelli es importante para el bebé porque responde totalmente al diseño natural de la especie. Tiene todos los componentes necesarios para que un bebé se desarrolle tomándola en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida. El primer componente importante es el calostro, líquido amarillento precursor de la leche, que aparece durante los primeros tres a cuatro días posteriores al parto. Contiene, entre sus numerosos componentes, lactoferrina una sustancia que contribuye a la absorción del hierro, además la glándula mamaria produce la cantidad indicada y con las proporciones de proteínas, hidratos de carbono y grasas necesarias para el bebé humano". Entre las propiedades inmunológicas, agrega la especialista, "aporta una alta concentración de inmunoglobulina A y células específicas que le confieren un alto poder protector contra infecciones. Precisamente, estas características convierten a la leche materna en una verdadera vacuna, por eso se la administra en gotas o por sonda a los bebés internados que permanecen en incubadora."

La composición es totalmente diferente a las leches de otras especies. "La lactosa, que es el hidrato de carbono más importante de la leche humana, está presente en doble proporción que en la leche de vaca; es justamente muy importante para el metabolismo de la célula nerviosa de los seres humanos". Del mismo modo, "algunos ácidos grasos que intervienen en la formación de la sustancia gris y en la maduración de la retina, aparecen en proporciones cuatro veces superior a la leche vacuna", señala la médica.

El sistema digestivo de un bebé es muy inmaduro en los primeros meses, y de ahí los cólicos intestinales, tan dolorosos y más frecuentes en los bebés alimentados con mamadera. Por el contrario, "la leche humana favorece la formación de la flora intestinal con la colonización del bacilo bifidus, que impide el crecimiento de bacterias, hongos y parásitos intestinales. Y aporta también toda una serie de enzimas, hormonas, moduladores del crecimiento, minerales, oligoelementos, aminoácidos esenciales, ácidos grasos poliinsaturados que las formulas casi no tienen y que aumentan las defensas."

Una característica de la producción láctea que no deja de asombrar a los científicos es la capacidad de ir cambiando la composición fisicoquímica a lo largo del día y durante cada mamada, adaptando la composición según los requerimientos del bebé y el grado de sed o hambre que tenga. "Luego de un nacimiento prematuro, su madre produce una leche tiene la formulación necesaria para cubrir sus particulares necesidades. Por estas características finaliza Cassinelli consideramos que la leche materna no es solamente una bebida nutritiva, sino también un verdadero tejido vivo, lo que la hace superior a las fórmulas."

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí