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Riesgo para los trenes por falta de comunicación | ||
Una locomotora estuvo cerca de chocar con una autovía en SAO. Se encontraron en una curva, pero afortunadamente se vieron de lejos. Desde Tren Patagónico se explicó que se trató de un error humano. | ||
SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Las fallas en el cumplimiento de las normas de seguridad siguen provocando riesgos para los trabajadores y pasajeros del Tren Patagónico. Ahora, una locomotora "liviana" y un autovía se encontraron en la misma sección ferroviaria a corta distancia -no más de cinco minutos de viaje- transitando en direcciones opuestas. No ocurrió un accidente porque los conductores alcanzaron a verse entre sí y detuvieron la marcha. Según el gerente operativo de la empresa Néstor Fattori, lo ocurrido el viernes último cerca de las diez de la mañana fue a consecuencia de un error humano adjudicable al conductor del autovía y a los responsables de la oficina de Control. Sin embargo, uno de los empleados ferroviarios involucrados -cuya identidad este medio se reserva-, afirmó que existen problemas en las comunicaciones que hacen riesgosa la tarea de circular por las vías del Tren Patagónico. "Por suerte nos encontramos en dos curvas distantes cerca de un kilómetro entre sí, pero si hubiéramos ido cinco minutos adelantados o cinco atrasados hubiera sido una tragedia", indicó. El autovía pasó por Ramos Mexía a las 7.30 del viernes 13 y allí le dieron vía libre hasta San Antonio Oeste, con la recomendación de que preguntara en Valcheta por el tren calicero que va a Alpat desde el desvío de Aguada Cecilio. Además le indicaron que había dos cuadrillas trabajando cerca de Nahuel Niyeo y de Valcheta. Al consultar por la situación del tren de caliza se les informó que fueran tranquilos que estaba entrando a planta. "El controlista confundió la palabra planta con la palabra cantera", indicó Fattori. Lo cierto es que poco antes del encuentro de vías ubicado a unos cinco kilómetros de Aguada Cecilio, desde el autovía vieron una luz y aminoraron la velocidad. Lo mismo ocurrió en la locomotora. Luego la máquina se volvió, enganchó la formación de caliza y se dirigió hacia Alpat. "Los conductores de la locomotora iban a hablar por teléfono a una cabina de Aguada Cecilio para ver dónde estaba el autovía. Iban con extrema precaución", intentó explicar el gerente operativo. La situación de extremo riesgo desnuda falencias en las comunicaciones. - "Los conductores llevan celulares", dijo Fattori. - ¿Los paga Tren Patagónico?, preguntó "Río Negro". - "No, pero están a disposición de la empresa", respondió la autoridad ferroviaria provincial. Sin embargo, la fuente consultada por este medio destacó que ni siquiera les reconocen el gasto de tarjetas telefónicas. Fattori informó también que existen equipos de radio de mediano alcance. "Los cables del telégrafo fueron saqueados en distintos tramos de la vía, todo eso ya ha sido oportunamente denunciado", informó Fattori. Este medio pudo saber que en otros tiempos cada "zorrita", las locomotoras y los autovías llevaban teléfonos portátiles que se enganchaban de los cables del telégrafo y permitían comunicaciones con Control para informar posiciones a fin de evitar cualquier tipo de encuentros entre vehículos en las vías. Hoy todo eso está en desuso. El gerente operativo confirmó también que ya en dos oportunidades, una vez en Ñirihuau y otra en General Vintter, sendas "zorras" fueron atropelladas por locomotoras que iban a asistir a trenes con desperfectos. "Siempre se trató de fallas humanas", expresó. Lo mismo que cuando le dijo a este medio que una máquina que viajó a lo largo de diez kilómetros sin frenos en una pendiente fue por culpa del error del maquinista. Muchos hechos repetidos. Muchas circunstancias peligrosas evitables que vuelven a ocurrir y a pesar de que se lo pretenda hacer ver como errores humanos, no hacen más que desnudar la falta de previsión por parte de las autoridades de la empresa. | ||
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