El ministro de Planificación, Julio de Vido, afirmó ayer que como consecuencia del acuerdo que se está alcanzando con Bolivia en materia energética "una cuarta parte de nuestro territorio, que hoy en día no tiene gas natural, podrá acceder a ese servicio". Este acuerdo, afirmó, "significa una mejora en la calidad de vida para nuestra población y también para el pueblo boliviano, que obviamente va a tener un rédito con la venta de su gas".
De Vido formuló estas declaraciones luego de recibir en la cartera ministerial al canciller boliviano, David Choquehuanca, con quien ajustó los detalles finales del convenio energético que los presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales firmarán mañana en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. Además, dejó en claro que durante el encuentro se abordaron cuestiones de "interés común", no sólo de la órbita energética, y a modo de ejemplo mencionó los avances que se produjeron en los "estudios de impacto ambiental del puente internacional Yacuiba-Salvador Mazza".
"También fui informado sobre temas que preocupan a la comunidad boliviana, y charlamos respecto de créditos blandos para la provisión de equipos agrícolas de la industria argentina", refirió el ministro. Los funcionarios analizaron la "potencialidad que va a tener el nuevo gasoducto (del Noreste Argentino) por los 27 millones de metros cúbicos diarios que, en forma paulatina, van a fluir de Bolivia a la Argentina, y las enormes posibilidades que eso genera en el marco energético". Ninguno de los funcionarios dio precisiones acerca del precio que pagará la Argentina por el gas proveniente de Bolivia, en base a una fórmula polinómica que se estuvo negociando a nivel técnico durante varios meses. No obstante, el canciller boliviano adelantó que "habrá sorpresas" en el marco de los acuerdos alcanzados entre ambas naciones.